La psicopandemia mundial y sus continuos rebrotes, esa plaga decretada por Jehová para castigarnos por nuestros pecados, la violencia de género, el racismo sitémico y el cambio climático, está sirviendo para tal cantidad de cosas que cuesta trabajo creer que no haya sido fabricada ex profeso por aquellos que tanto partido le están sabiendo sacar. Para empezar, todas las medidas que se anuncian para la "gran reconstrucción" en marcha se adaptan como un guante a la Agenda 2030, el gran reseteo del capitalismo global, en clave progresista y ambientalmente "sostenible". Al mismo tiempo que se termina de dar los últimos toques a la cuarta revolución industrial, implantando la tecnología 5G (de la mano de Huawei y el Ejército rojo chino) que supondrá la definitiva digitalización de nuestras vidas y la automatización de los procesos productivos a gran escala, además de un incremento aún mayor del control sobre los ciudadanos. La ruina económica que supondrá para muchos países como el nuestro, cuyos gobiernos títeres y privatizados por la oligarquía mundialista (como lo están la OMS, la UE, etc.) han obedecido la consigna de confinar a la población de un modo absurdo y prolongado, servirá para que los fondos buitres angloamericanos y los inversores sin escrúpulos como Soros o Bill Gates saquen tajada adquiriendo los activos devaluados, además de para que el FMI nos "rescate" con una deuda eterna. Y para seguir hablando de nuestro país, al gobierno Frankenstein esto de secuestrarnos a todos y mantenernos en un estado de depresión y psicosis permanente le está viniendo de cine en su huida hacia adelante, a la espera de volver a confinarnos en octubre.
Y de forma simultánea en USA y en algunos países de Europa se está produciendo la gran sustitución simbólica, el ajuste de cuentas racial con el pasado de las naciones blancas, del que se quiere hacer tabula rasa a base de derribar, pintarrajear o decapitar estatuas, como si se tratara de muñecos de vudú.A impulsos de los activistas de la "justicia social" que interseccionalizan el transfeminismo y la justicia racial, y con el apoyo mediático de toda la prensa y la TV "progre" (directamente controlada por el CFR) y de los políticos demócratas o del alcalde talibán de Londres, el pakistaní Sadiq Khan,que ya prepara un plan para eliminar las estatuas que no reflejen la diversidad multicultural de la capital británica. La cosa se ha desmadrado últimamente porque los Antifas ya no se conforman sólo con destruir las estatuas de los generales de la Confederación, los conquistadores y misioneros españoles o los esclavistas y genocidas anglosajones y belgas, sino que la están emprendiendo también contra toda clase de personajes: Abraham Lincoln, Winston Churchill, el Mahatma Gandhi, Frederick Douglass (negro y antiesclavista), etc. Por eso unos 153 intelectuales de izquierdas, asustados ante el giro que están tomando los acontecimientos, han puesto el grito en el cielo y han publicado una carta abierta denunciando el "clima intolerante" creado por estos activistas y la radicalización de la censura de lo políticamente correcto. Una cosa es que los iconoclastas arrasen monumentos "fachas" y otra muy distinta es que la cosa se descontrole y les de por machacar además los bustos de Carl Marx, Engels, el Che Guevara, y otros insignes racistas "de izquierdas" (si habláramos de esclavistas "de izquierdas", la lista sería todavía más extensa, incluyendo además a varios prohombres del Partido Demócrata americano ).
No se salvan ni los Padres Fundadores |
Pero no dejemos que los árboles nos impidan ver el bosque. Este pollo de los Black Lives Matter y demás energúmenos, lo volvemos a repetir, no ha brotado espontáneamente. ¿Cuántos negros fueron masacrados por la policía en los USA cuando estaba de presidente el mulato Obama? Esto no es otra cosa que una operación de acoso y derribo del actual inquilino de la Casa Blanca por parte del Deep State, o si queremos ser más claros aún, por parte de la todopoderosa familia Rothschild, los capi de tutti capi de la mafia jázaro-sionista. El tío Donald es una marioneta de ellos también, pero de vez en cuando le gusta lanzar bravatas para enardecer a su electorado, amenazando con encerrar en prisión a Soros o con intervenir la Reserva Federal, ese banco privado de los Rothschild que controla la emisión de billetes de dólar y la economía del mundo entero. Y cuando un presidente se pasa de listo, o se le quita del medio por las buenas o por las malas. Así sucedió con Andrew Jackson (en grado de tentativa) con Lincoln o con Kennedy.
En las obras de Cleon Peterson vimos un reflejo de lo que está pasando ahora. Este "artista callejero", superviviente del mundo de las drogas, es el favorito de Benjamin y Ariane de Rothschild, que le encargaron la decoración de su lujoso catamarán, además de un fresco de 700 metros cuadrados en la Plaza de la Torre Eiffel, para conmemorar la Noche en Blanco de París de 2016. Contemplando esas escenas sádicas, rebosantes de racismo anti-blanco, ¿quién puede dudar que sus mecenas son una panda de tarados psicópatas? Y lo malo es que son los mismos que hoy tienen los destinos del mundo en sus manos.
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