lunes, 26 de agosto de 2013

NICOLAS ROERICH:"EL MAESTRO DE LAS MONTAÑAS (DE LA LOCURA)"    (2)

 "Sus flotas recorrían una prolongada escala que, por alguna reacción subconsciente del recuerdo, me parecía inquietante e incluso extrañamente terrible. Algo de aquel paisaje me recordaba las extrañas y perturbadoras pinturas asiáticas de Nicholas Roerich y las descripciones, aún más inquietantes, de la meseta de Leng, de perversa fama, que aparecen en el terrible Necronomicón del árabe loco Abdul Alhazred."
(H.P. Lovecraft, "En las Montañas de la Locura")

"Santa Sofía,  la  todopoderosa sabiduría "(1932)

Gran artista fue Roerich, uno de los más geniales pintores rusos del siglo XX, pero también fue sin duda una especie de "iluminado", y como tal tuvo sus luces y sus sombras. En el anterior artículo hemos hablado de sus vínculos con el oscuro teosofismo, y ahora toca hablar de las ambiguas relaciones que  mantuvo con los dos grandes poderes mundanos de su tiempo: la Unión Soviética y los Estados Unidos de América.




viernes, 23 de agosto de 2013

ARS DIAVOLI (La mano del mismísimo Lucifer)

Grabado nº1 de "De Umbrarum Regni Novem Portis", firmado por L.C.
 Desde el suceso del Génesis, todos sabemos que Dios es escultor, de la escuela figurativa para más señas, y que se inclina  por las técnicas sencillas, como el modelado en arcilla; además también sospechamos que es pintor, y de tendencia más bien impresionista, a juzgar por esos hermosos crepúsculos que se pueden ver, por ejemplo, algunas veces en la Ría de Vigo, con las islas Cíes de telón de fondo. Ahora sabemos que su eterno rival, Lucifer, también tiene inclinaciones artísticas, aunque relacionadas con el mundo de la Imprenta (la letra impresa y el grabado) y que es el autor de un libro maldito, el Delomelanicon (no confundir con el Necronomicon) que ha ido pasando de mano en mano entre los iniciados, en el transcurso de los siglos.

martes, 20 de agosto de 2013


"CALLES DE CHATARRA"

 

La Editorial Palabras de Agua acaba de publicar la tercera novela de Alejandro Guardiola, "Calles de Chatarra", una curiosa y convincente fusión de thriller y género fantástico, en la que se dan de la mano el imaginario fabuloso de nuestros ancestros y uno de los más poderosos sustitutos del mito, presente en el cine y la literatura contemporáneas: las historias de detectives . Sigue en cierto modo la estela de la novela de Philip K. Dick que inspiró la película de "Blade Runner", aunque la ciencia-ficción en este caso cede terreno ante un universo fantástico engañosamente parecido al del Señor de los Anillos de Tölkien, aunque con ribetes más oscuros y cercanos al mundo real.
 La trama tiene  como escenario Semura, una de las muchas "polis" donde conviven en precario equilibrio humanos e "inhumanos" (trolls, trasgos, ninfas, dríadas y alguna que otra lamia), que han sido reducidos por los primeros a la condición de marginados sociales, tras haber sido derrotados en una guerra racial.
Se trata de un mundo paralelo al nuestro, con la sordidez que rodea al tráfico de drogas y la corrupción policial, y donde es posible reconocer algunos grupos e individuos humanos reales tras esa variedad de "etnias" y personajes que lo pueblan. 
La protagonista, Irina Gryzina, es una mujer policía que mientras investiga el caso de un asesino en serie, es perseguida por el recuerdo de su difunto amante, otro agente atrapado por la maraña de la corrupción, y por un suceso escabroso ocurrido durante su infancia y que permanece enterrado en su subconsciente.
Su historia se entrecruza con la de Mark Hombre del Norte, un troll que para sobrevivir, y saldar viejas cuentas pendientes, debe ponerse al servicio de la mafia local, dirigida por su hermano de raza Antonio Escoria alias  "Tony Chatarra", quien monopoliza el tráfico de "mierda de elfo", la droga más devastadora de Semura.
El escritor resuelve la historia con un estilo ágil, que entretendrá a los amantes de la novela negra y a los que disfrutan con la mejor "dark fantasy".

 

 


lunes, 12 de agosto de 2013


NICOLAS ROERICH, "EL MAESTRO DE LAS MONTAÑAS (DE LA LOCURA)"    (1)

 

Retrato de Nicolas Roerich con Guga Chohan (Svetoslav Roerich)

La Madre Rusia ha sido pródiga en artistas extraordinarios, insólitos y prácticamente desconocidos para el público español. Uno de los más singulares fue sin duda Nicolás Roerich, pintor de temperamento místico que supo impregnar a sus paisajes de una atmósfera irreal y metafísica que impresionó enormemente a aquellos contemporáneos suyos que pudieron verlos . Lovecraft lo menciona hasta cinco veces en una de sus mejores narraciones, "En las Montañas de la Locura" (1931) y habla de él con admiración en las cartas que escribió a sus amistades, considerándolo "mejor que los surrealistas". Nadie que contemple sus lienzos podrá negar "la potencia de Roerich", como la denominó el escritor Leónidas Andreiev. La fascinación por Oriente le llevó a interesarse por el budismo y la teosofía, y a viajar durante varios años por las regiones más inexploradas del Asia Central. Los motivos que le impulsaron a realizar esos periplos, y lo que allí encontró, han sido motivo de muchas leyendas y especulaciones, tejidas con mayor o menor fundamento, acerca de este enigmático personaje. 

 
"Compasión" (1936)