CATALUÑA NOS ROBA

Eso dicen en el pueblo aragonés de Sijena, que todavía están esperando que la Generalidad de Cataluña (ahora intervenida por el gobierno de Mariano Rajoy) devuelva los bienes expoliados a su monasterio hace años, un total de 44 obras de arte. Todos, desde el Vaticano hasta los jueces, les dan la razón a los vecinos de Sijena, pero los políticos de nuestro país prefieren anteponer sus enjuagues y chanchullos, y hacer oídos sordos a lo que es una justa reclamación popular. Las últimas declaraciones del actual ministro de incultura Méndez de Vigo, en las que se pilla antes a un mentiroso que a un cojo, sirven para demostrar que lo del 155 no está sirviendo más que para convocar unas elecciones que el separatismo volverá a ganar, y que dejarán las cosas como estaban antes. Ya dijimos en otras ocasiones que buena parte de los fondos del Museo Nacional de Arte de Cataluña, así como de otras entidades museísticas catalanas, está compuesto de expolios al patrimonio de aragoneses, castellano-leoneses y de otras regiones españolas. También los de la Generalidad se han adueñado (con la complicidad de los gobiernos del PSOE y del PP) de importantes documentos históricos, como los del Archivo de Salamanca, y que hasta ahora se niegan a devolver a sus legítimos dueños.
Pero esto no es más que un botón de muestra del gigantesco latrocinio al que estamos sometidos por regiones como la catalana y la vascongada, que gozan de un trato privilegiado en todos los sentidos por parte del "Estado español" desde hace más de 40 años, hasta el punto que el actual procès no hubiera sido posible sin la financiación del señor Montoro, por ejemplo...

Serrallonga, bandido convertido ahora en héroe partisano por los separatas catalanes

LA SOMBRA ATERRADORA DEL ESTE

A cien años cumplidos de la Revolución de Octubre, todavía planea sobre nuestro podrido occidente una especie de miedo atávico hacia todo lo que procede de las estepas euroasiáticas, nostalgia del tiempo de las orgías bolcheviques, de las hordas de Atila y de los tártaros, del nacional-sovietismo del viejo Stalin o de la "guerra fría"en la que nos metió el amigo americano. Y cobran nueva vida los fantasmas del ayer, en forma de trolls o de hackers rusos conspirando para dar alas al "procès" (como si los de otras procedencias, como los de la británica  isla de Nieves, y empeñados en la misma causa no existiesen) o con un Vladimir Putin en el  papel de reencarnación de un Lenin-Stalin-Satanás, aún más déspota, totalitario y maquiavélico, que no para de urdir planes todos los días para la perdición de nuestra maravillosa civilización pederástica y postcristiana... Es curioso como los que se burlan de la conspiranoia,  políticos como el ministro Dastis o medios como el diario El País, recurren a estas mismas teorías para justificar problemas internos que se deben, entre otras cosas, a su propia complicidad e incompetencia.

LA GENERACIÓN ZOMBI

EL CARRO DEL HENO:

LAS ENSEÑANZAS DE JERÓNIMO EL BOSCO

"El camino de la vida". El tríptico cerrado.

El buen arte se distingue del malo en que es capaz de hablarnos siempre, y no cesar de contarnos cosas nuevas y sorprendentes, más allá de las dimensiones del tiempo y del espacio. Esto sucede muy especialmente con las obras de El Bosco, como la que comentaremos a continuación: "El carro del heno", de la que se conservan dos versiones sin que existan apreciables diferencias entre ellas, hasta el punto que no se sabe cual es la original y cual es la copia. Una está en El Escorial y la otra en el Museo del Preado, y ambas pertenecieron a la colección privada de nuestro rey Felipe II, gran admirador como se sabe del pintor flamenco.