PEREGRINOS Y ARTESANOS
"¿Qué pueden saber de la vieja Tierra las gentes de nuestra época inmersas en sus raciocinios intelectuales o trepidando en los asientos de sus vehículos de motor? ¡Civilizaciones de nalgas arrellanadas confortablemente!
"¿Qué saben ellos de los ritmos y de las corrientes de la Tierra? ¿Qué saben si quiera de su propio ritmo ellos que no tienen más ritmo que el de sus máquinas? ¿Y quién podría enseñárselo, sino el movimiento, su movimiento, su cuerpo en marcha, un paso tras otro, después de su fatiga que armoniza su propio ritmo con los de la Tierra y los del Cosmos, con los de la aurora, del día , de la tarde y de la noche.
"Y tanto más completa será esta "impregnación" despertadora de sentidos adormecidos si, siguiendo la vieja ley de las migraciones, el hombre marcha en sentido contrario a la rotación de la Tierra, de Este a Oeste, hacia el sol poniente.
"Seguir el sol es un acto religioso, ni voluntario ni razonado, sino instintivo, impuesto por una ley física a la que se somete instintivamente una hormiga colocada encima de una manzana que da vueltas...
"Tal vez se llegue a comprender el porqué de esas líneas de peregrinación antiguas que siguen exactamente el trazado de los paralelos terrestres...
"¿Pero basta esto para despertar a la Bella durmiendo en su bosque? ¿No hará falta esa otra ascesis, cual es el empleo de la mano?
"¿Qué significaría, en caso contrario, esa constante preocupación que se descubre en la mayor parte de los monumentos del camino de Santiago de magnificar la mano? Y, al objeto de que nadie pueda ignorarlo, se la presenta desproporcionada como, por ejemplo, las manos de esos dos ángeles que sostienen el crismón de Santa Cruz de Serós, esas manos enormes de los monumentos célticos o precélticos de Guimarães, esas manos divinas constantemente repetidas.
"Pero, ¿acaso en el hombre no comienza todo por la mano? ¿No nace de ella la inteligencia? La inteligencia y no el intelectualismo.
"No son intelectuales los que construyeron Chartres, son carpinteros y talladores de piedra, obreros manuales cuya inteligencia era notable. Bien pueden los obispos y los príncipes vanagloriarse de ello, pues apenas tienen más parte que la vanidad.
"Pero incluso los inventos más modernos, de los que tan orgullosos estamos, son obra de obreros manuales. El automóvil y el avión tienen su origen, no en cerebros politécnicos, sino en chapuceros manuales. Todo, desde la agricultura a la industria, se apoya en la mano humana, y es un asesinato desarrollar los estudios intelectuales a expensas del aprendizaje. Es una condena a muerte de la sociedad...
"No tengo la menor de duda de que los campesinos a los que "antiguos desconocidos" habían enseñado a cultivar el trigo, fueron también ellos al camino de Santiago; también ellos, los villanos de la tierra, reducidos a la esclavitud, a la servidumbre, para quienes se ha guardado -peyorativamente- el nombre de Jacques... Pedzoulles (paleto), condecorados con la pata de oca.
"Bastó que hubiera algunos espadachines junto con sus domésticos de pluma para lanzar esta moda (que no ha terminado) de considerar a los trabajadores manuales como "seres inferiores" y de escaso cerebro, aptos sólo para trabajos subalternos.. como hacer crecer el trigo o construir catedrales...
"Sepan, sin embargo, que su nombre mismo de "Jacques" quería decir sabios."
(Louis Charpentier, "El misterio de Compostela")