LA HORA DE LOS DESTRUCTORES
Caracas, 2004 |
Por lo visto, está de moda derribar estatuas. Los nuevos bárbaros, descendientes de los indígenas o presuntos tales, bailan la danza de la lluvia y aullan mientras masacran en efigie al Gran Jefe Blanco Cristóbal Colón. Al odiado genocida que desembarcó un día con tres carabelas en el paraíso de los indios caribes y los bondadosos mayas, aztecas e incas para esclavizarlos a todos y llevarse la platita. O esa es la versión que nos dan de la epopeya hispana en América los progretas y sus secuaces indigenistas, bolivarianos y comunistoides. Empezaron en Caracas los responsables chavistas del actual genocidio por hambre y el éxodo del pueblo venezolano, esos mismos que se proclaman herederos del francmasón Simón Bolivar (un traidor a su patria hispana al servicio de la oligarquía anglosajona y un esclavista que, por cierto, tiene muchos monumentos en su honor en la "Madre Patria"; habría que mirar qué hacemos con ellos). Y siguió el gobierno corrupto de Fernández de Kirchner, el cual se subió al carro de las protestas contra el Descubrimiento y a favor del Día de los "Pueblos Indígenas", en un ejercicio de hipocresía muy argentino, mientras que las comunidades indias de su país permanecían y permanecen en la exclusión e ignoradas por las leyes y el código civil. Y tenemos por último a los revisionistas californianos, paladines de lo "políticamente correcto", que no han querido dejar de contibuir con su granito de arena a esta campaña "liberadora", llevándose por delante otra estatua del Almirante de la Mar Océana, esta vez en Los Ángeles, ciudad fundada por los españoles en 1781.
Y seguirán más, ya que el cacique cocalero Evo Morales está pensando en demoler la que tiene en La Paz. Y la alcaldesa okupa Inmakulada Kolakau seguro que aspira a hacer lo propio con la de Barcelona, si la dejan.
Y seguirán más, ya que el cacique cocalero Evo Morales está pensando en demoler la que tiene en La Paz. Y la alcaldesa okupa Inmakulada Kolakau seguro que aspira a hacer lo propio con la de Barcelona, si la dejan.