El blog de Dagga Ramba

NICOLAS ROERICH, "EL MAESTRO DE LAS MONTAÑAS (DE LA LOCURA)"    (1)

 

Retrato de Nicolas Roerich con Guga Chohan (Svetoslav Roerich)

La Madre Rusia ha sido pródiga en artistas extraordinarios, insólitos y prácticamente desconocidos para el público español. Uno de los más singulares fue sin duda Nicolás Roerich, pintor de temperamento místico que supo impregnar a sus paisajes de una atmósfera irreal y metafísica que impresionó enormemente a aquellos contemporáneos suyos que pudieron verlos . Lovecraft lo menciona hasta cinco veces en una de sus mejores narraciones, "En las Montañas de la Locura" (1931) y habla de él con admiración en las cartas que escribió a sus amistades, considerándolo "mejor que los surrealistas". Nadie que contemple sus lienzos podrá negar "la potencia de Roerich", como la denominó el escritor Leónidas Andreiev. La fascinación por Oriente le llevó a interesarse por el budismo y la teosofía, y a viajar durante varios años por las regiones más inexploradas del Asia Central. Los motivos que le impulsaron a realizar esos periplos, y lo que allí encontró, han sido motivo de muchas leyendas y especulaciones, tejidas con mayor o menor fundamento, acerca de este enigmático personaje. 

 

"Compasión" (1936)

Los Inicios hasta la Revolución Bolchevique

Nicolás Roerich (1874-1947) fue, además de pintor, filósofo, viajero y arqueológo, y nos legó una prolífica obra, tanto pictórica como literaria. El apellido  Roerich (que significa "rico en gloria" en escandinavo) pertenece a una familia de funcionarios y militares afincados en San Petersburgo . En su juventud Nicolás simultaneó los estudios de Derecho y Artes, graduándose en 1897 en la Academia Imperial de Bellas Artes con el lienzo "El Mensajero". Se mueve en los ambientes académicos de la Rusia zarista, haciéndose miembro de la sociedad arqueóloga rusa (participando en el hallazgo de un yacimiento neolítico cerca de Valday en 1903), desempeñando puestos en la Sociedad Imperial Estimuladora de las Artes, y tratando a grandes personalidades e intelectuales como Tolstoi o el ,mencionado Andreiev o Máximo Gorki. Sus intereses se enfocan en aquella época hacia la filosofía y la historia de Rusia, pinta cuadros de género histórico, y en compañía de su esposa Helena realiza un viaje en 1903 a lo largo y ancho de la tierra rusa para estudiar las raíces culturales de su pueblo, prestando especial atención a la arquitectura popular y al arte de los iconos.

"Huéspedes de ultramar (varegos)" (1901)

 Hacia 1906 se aprecia un cambio en la temática de su pintura, que sin abandonar la Historia rusa se deja influir cada vez más por la Mitología y por el Folklore, hasta ir configurando un lenguaje figurativo y metafórico "sui generis". Su estilo, inconfundible, vendrá a ser una síntesis de realismo y simbolismo, en la que tendrá una especial relevancia ese colorido brillante y sensacional, obtenido con la vieja técnica del temple, que Roerich consideró más adecuada a su estilo que la pintura al óleo.

"Isla Sagrada"

En 1909 se convierte en miembro de la Academia de Artes de Rusia y empieza a ser reconocido internacionalmente como uno de los grandes creadores de su país. Al año siguiente funda "El Mundo del Arte", una importante asociación a la que pertenecerán León Bakst y Boris Kustódiev entre otros. Conoce a Diáguilev, y como escenógrafo diseñará los decorados de óperas como "El Príncipe Igor" de Borodin o el ballet "La consagración de la Primavera" de Stravinski.
Por aquel entonces su interés por la filosofía rusa va dejando paso a una fascinación cada vez mayor por la espiritualidad oriental (Ramakrishna, Tagore), llegando a ser uno de los promotores de la construcción del primer templo budista de San Petersburgo.
Cuando estalla la Primera Guerra Mundial, envía un informe al zar , pidiéndole que tome medidas serias para proteger los tesoros culturales de su país.
Este conflicto bélico se refleja, a veces de forma premonitoria, en su obra ("El ángel último", "Resplandor"), que cada vez aborda más el tema de la lucha entre la luz y las tinieblas, apelando a la responsabilidad de la persona por su destino y el del mundo.

"El ángel último" (1912)

Itinerancias entre Europa y América. El Teosofismo.

El año en que triunfa la revolución de los soviets, el matrimonio Roerich se encuentra en Finlandia, que acaba de declararse independiente, y al cerrarse las fronteras no pueden regresar a Rusia. En esa época el artista mantiene las distancias con los comunistas, a los que considera unos bárbaros empeñados en destruir los tesoros culturales del pueblo ruso. Estando en Escandinavia, realiza diversas exposiciones que le dan fama internacional.
Luego, en 1920, recibe una invitación del Instituto de Artes de Chicago para realizar una gira de exposiciones de su obra en 30 ciudades de Estados Unidos, cosechando un éxito inmediato. En América realizará algunas series como "Sancta", "Nuevo México" o "La suite del océano", y fundará organizaciones culturales cono "Cor Ardens", el centro de Arte Internacional "Corona Mundi" o el Museo N.Roerich de Nueva York.

"Taos Pueblo, New Mexico" (1921)

Precisamente en Nueva York se había fundado en 1874 la Sociedad Teosófica, siendo una de sus promotoras la célebre embaucadora Helena P. Blavastky. Roerich, y sobre todo su mujer, mantuvieron relaciones con los teósofos, llegando al extremo de traducir al ruso la abstrusa obra de la Blavastky "La Doctrina Secreta", una adulteración de conceptos extraídos de las tradiciones esotéricas del Oriente, mezclados con el espiritismo, el ocultismo y la ciencia-ficción, para ponerlos al servicio de un sistema pseudo religioso, con trasfondo  "universalista","humanitario" y, en el fondo, materialista.


 

El teosofismo fue cosa de mujeres: H.P. Blavastky (que, pese a su origen gernano-ruso, trabajó para los servicios secretos británicos), Helena Roerich, y Alice Bailey (que se hizo cargo posteriormente de la Sociedad Teosófica). A la lista cabe añadir a Annie Besant (feminista que fue iniciada y alto cargo de la Co-Masonería)

Al calor de los teósofos surgieron ciertos "Superiores Desconocidos" o Mahatmas, que se suponía transmitían sus conocimientos a los iniciados.  Muchas personalidades inclinadas hacia lo sobrenatural se dejaron seducir por las patrañas del teosofismo, desmontadas convenientemente por René Guénon, Julius Evola y otros estudiosos serios de la Tradición, que demostraron lo nocivas que podían llegar a ser las "enseñanzas" de la Blavastky y su círculo. Pero eso no impidió que su influencia alcanzase a muchos funcionarios de Naciones Unidas (muchos conceptos del teosofismo pueden rastrearse en sus elucubraciones), y de forma intermitente reaparece  el fenómeno, inspirando la "espiritualidad hippie", sectas como Nueva Acrópolis y otras que aspiran a una conciencia interplanetaria (en la que los extraterrestres desempeñarían ahora el papel de los mahatmas), y toda la moda americana de la New Age, que tanto furor hace en Hollywood y que tanto ha contribuido a traernos la globalización (el matrimonio de conveniencia de USA y China, bendecido por el capitalismo. La sabiduría del Oriente condensada en los establecimientos de todo a 1 euro). Derivados del teosofismo fueron también la antroposofía de Rudolf Steiner y, mezclada con corrientes neopaganas, la ariosofía de Guido Von List, que algo parece haber influido en cierto movimiento político del  siglo XX.

"Lotus" (1933)

En el caso del matrimonio Roerich, lo más probable es que se acercaran al teosofismo llevados por su buena fe y su inclinación por la mística y la filosofía. Helena creó su propia escuela, el "Agni Yoga" (Ética Viva), una especie de disidencia en el seno del teosofismo. Y parece que Nicolás fue adepto de la Orden Rosacruz AMORC de San José de California.  Es a partir de entonces que se convierte en una personalidad respetada por la Sociedad de Naciones. Sea como fuere, el arte de Roerich va mucho más allá que las patrañas del teosofismo, no solo por su calidad artística sino por su dimensión espiritual, e inclina a pensar que algún tipo de conocimiento verdadero debía poseer este pintor, que nada tenía que ver con las chifladuras y espejismos de la Blavastky y compañía.

"Zoroastro"

En busca de Shambhala.

En 1923 parte Roerich con su familia a la India. Un año antes Ossendowski había publicado su libro "Bestias, hombres y dioses" donde da noticia (repitiendo el relato de Saint-Yves) de la existencia del misterioso reino de Agartha, en algún lugar del corazón de Asia , un centro de poder y sabiduría regido por el "Rey del Mundo" y con el que Occidente debería contactar para salir de la crisis que le conduce al auto aniquilamiento. Basándose muy libremente en estas ideas James Hilton escribió la novela "Horizontes perdidos" (1933) que inspiró la famosa película de Frank Capra.

"Chud the subterranean"

Poco después, en 1925, el matrimonio Roerich inicia una gran exploración por un vasto territorio del  Asia Central,  con el fin oficialmente de investigar las migraciones de los pueblos antiguos y las raíces comunes de los eslavos y los habitantes de la India (los aryas). Arrostrando toda clase de peligros y dificultades ( pasos  accidentados, bandidos, etc) recorrerán  durante tres años un itinerario que los llevará a Sikkim, Cachemira, Ladak, Siangkang (China), Moscú, Siberia, Altai, Mongolia, Tibet y Trashimalaya. Allí contacta con los monjes budistas y recopila una ingente cantidad de valiosa información que depositará en el instituto Urusvati de investigaciones himaláyicas, fundado por él mismo en Kulu en 1928, que ha servido para impulsar diversos estudios de filología, antropología, botánica, etc.

"Camino a Shambhala" (1933)

La experiencia del viaje también le sirvió para escribir varios libros ("El corazón de Asia", "Sobre Shambhala") y pintar unos 500 lienzos, los más representativos de su obra, que comprenden varias series ("Camino de Sikkim", "Maitreya", "Los Maestros de Oriente").

"El tesoro sagrado de la Montaña"

Sobre los motivos ocultos de la aventura se barajan muchas hipótesis que convierten a Nicolás Roerich en una especie de Indiana Jones en busca de Shambhala (la capital subterránea de Agartha) o del grial (la poderosa piedra Chintamani, un meteorito que custodiarían unos monjes de la Fraternidad Blanca). Incluso hay quien le atribuye el avistamiento de un ovni en su paso por el Gobi, así que cada cual arrima el ascua a su sardina. De todas formas, es curioso que pocos años después  Ernst Schäffer visitara esos mismos parajes por encargo de la Ahnenerbe hitleriana. ¿Una simple coincidencia?

"El Tesoro del Mundo. Chintamani"