El blog de Dagga Ramba

  EL SANTUARIO DE LOS SANTOS REYES DE URBANO LUGRÍS

 

  Quizás mucha gente no lo sepa, pero el único santuario de Europa dedicado a la advocación de los Reyes Magos, junto con la catedral de Colonia (Alemania) donde dicen que "descansan" los restos mortales de Melchor, Gaspar y Baltasar, está en Galicia. Más concretamente  en O Valado, Bueu (Pontevedra). Para que luego haya quien se empeñe en sustituir estas tradiciones de la religiosidad popular por invenciones como el dichoso "apalpador" de marras, sin tener en cuenta la antigüedad y la raigambre que tienen en nuestra tierra.
  Esta pequeña capilla es importante no sólo por su singularidad, sino por ser la única obra arquitectónica diseñada por uno de los grandes del arte gallego del siglo XX. Nos referimos a Urbano Lugrís , al que recientemente hemos dedicado otras entradas en este mismo blog http://morenoruizignacio.blogspot.com.es/2013/03/el-pintor-d-el-mar-infinito-urbano.html#more, y quien por lo visto no recibió ningún tipo de remuneración económica en su día por realizar este trabajo.

Planos diseñados por Lugrís (muy deteriorados) para la Capilla de los Santos Reyes

Bocetos de Lugrís para la decoración de la fachada

  Está emplazada sobre los restos  de una ermita más antigua, del siglo XVII, levantada a instancias del abad de Bueu y señor de los pazos de Santa Cruz y Castelo, don Fernando de la Rúa Freire, que habiendo sido militar en los años de su mocedad,  había participado en algunas batallas por la Cruz en el norte de Äfrica. Debió sentir fascinación este hombre por lo oriental y de ahí que se le ocurriera dedicar la capilla a los santos Reyes Magos. A mediados del siglo XIX el lugar cayó en el abandono y la ruina, debido a la desamortización, y dispersáronse sus abundantes representaciones escultóricas por distintas casas de Bueu. Sólo se llegó a conservar la devoción por la efigie del rey Baltasar, imagen que fue incorporada más tarde a la nueva capilla.
En 1948, siendo alcalde Jose María Massó, el ayuntamiento de Bueu decidió reconstruir el santuario encargando al pintor, entonces de éxito, Urbano Lugrís el diseño de los planos, y la construcción a Victoriano Barcala. Parece ser que Lugrís se comprometió bastante en el proyecto, llegando a definir este santuario como su gran obra, probablemente por el carácter exótico y evocador de los personajes a los que estaba dedicado, y porque pudo utilizar con profusión los motivos marineros que tanto le gustaban al artista..

Fotografías de la fachada del santuario lugrisiano.

El santuario se inauguró el 4 de octubre de 1953, gozando del favor popular durante varios años. Pero a mediados de los 70 la desidia y el abandono del lugar vuelven a evidenciarse, culminando este proceso de deterioro  cuando el techo se viene abajo y desaparecen algunas figuras ornamentales, además del retablo, tallado por los hermanos Ribas de Santiago a partir de un diseño de Lugrís, y que estaba compuesto por tres cuadros del pintor coruñés.
En años recientes la Asociación Cultural Santos Reis se ha encargado de adecentar la capilla, reparando los daños ocasionados por el abandono y el vandalismo, reponiendo las figuras desaparecidas, etc. Y así, otra vez vuelve a resurgir de sus cenizas esta singular construcción, permitiendo que sea de nuevo utilizada para el culto en dos celebraciones del año (Fiesta de Reyes y Día de la Ascensión).

 

 

Otros puntos de vista de la capilla

El enclave en el que está situado el santuario, en lo alto de un otero, ofrece una perspectiva inmejorable de la villa de Bueu, así como de la  contigua  ría de Pontevedra y  la isla de Ons. Cerca de la capilla hay una fuente, en las inmediaciones de un bosquecillo donde se celebraba la romería popular,  por lo que el  sitio pudiera tratarse de un antiguo centro de culto pagano, cristianizado más tarde, y dedicado a las deidades del agua.
La fábrica es de pequeño tamaño y de planta rectangular (5 x 6 m. más o menos) con una cubierta a cuatro aguas. Está inspirada en el románico tradicional gallego, con cierto parecido con la obra desarrollada por el arquitecto Antonio Palacios, natural de Porriño (Pontevedra), aunque sus dimensiones son más modestas que las de las construcciones de este arquitecto.
Destaca esa especie de pórtico en forma de arco de medio punto que sobresale en la fachada, decorado con motivos marineros, frecuentes en la obra de Lugrís, como el ancla, la ballena o la rosa de los vientos.
En el exterior encontramos cuatro falsos contrafuertes que albergan cada uno la figura de un evangelista.

 

Figuras de los apóstoles adosadas al muro

 Es curioso que, a pesar del carácter  "ácrata" y, a tenor de ciertas anécdotas que se la atribuyen, hasta  un poco  "católico-anticlerical", de Lugrís (recordemos que su padre, uno de los fundadores de la Real Academia Gallega, fue un destacado republicano y masón, aunque esto no quiere decir gran cosa, ya que don Urbano no era de los que vivía a la sombra de su padre) haya prestado este artista tanta atención a la temática religiosa en su obra. Es seguro que sus motivaciones eran sinceras y de carácter personal, aunque el enfoque que daba siempre a estos asuntos se alejaba bastante de las convenciones al uso, ofreciendo una visión onírica, llena de lirismo y encanto, que entronca con la espiritualidad celta y su pervivencia en las leyendas del Medievo (la materia de Bretaña, las vidas de esos santos-druidas capaces de "echar un pulso con Dios para forzar Su Voluntad", y de los que habla Jean Markale en su libro "El Cristianismo Celta").
Uno de los proyectos de la Asociación Santos Reis es la reconstrucción del desaparecido retablo pintado por Lugrís, en base a fotografías antiguas que se conservan. Los cuadros que presento a continuación en este post pertenecen a colecciones particulares. Desconozco si se tratan de las mismas pinturas que formaban el retablo o de variaciones de las mismas. Lo que está claro es que comparten el mismo tema, la Adoración de los Reyes.

 

"Epifanía Uno" de Urbano Lugrís. Óleo sobre tabla, 40 x 60 cm.

"Epifanía Dos" de Urbano Lugrís. Óleo sobre tabla, 40 x 60 cm.

"Epifanía Tres" de Urbano Lugrís. Óleo sobre tabla, 40 x 60 cm.