jueves, 31 de diciembre de 2020

2021: IS THIS THE END?


Da vértigo comprobar de qué manera se aceleran los tiempos, igual que si se estuviera cumpliendo el guion de una película distópica. A lo largo de este aciago 2020, el Año de la Rata, este blog que por lo común está dedicado al arte y a la cultura alternativos, no ha podido permanecer ajeno a todo lo que ha estado ocurriendo. Como casi todos, hemos ido transitando entre la oscuridad y la confusión, y aún hoy no resulta fácil interpretar qué se esconde detrás de las apariencias. 
No resulta raro que surjan toda clase de explicaciones, a veces contradictorias entre sí, sobre el protagonista del año, el maldito CHIchivirus Para empezar todavía no está claro el extraño papel jugado por la OMS, la República Popular China, la Unión Europea y el reciente proceso electoral en los Estados Unidos en todo este entuerto. Ni tampoco qué pinta el 5G en todo esto. Y queda aún por dilucidar la política del despiste seguida por el gobierno de Expaña y por otros gobiernos sometidos a la élite globalista, que ha traído aún más confusión. Lo que sí que queda claro es que si al principio se prefirió no darle importancia al asunto fue para tener cogida por las pelotas a cualquier clase de oposición y sobreactuar después a toro pasado (las manifas del 8M) imponiendo un férreo control sobre la gente justificado por el miedo, que era lo que interesaba a los políticos desde un primer momento.
En realidad, a estas alturas ya no asusta tanto el bicho como la deriva totalitaria que se está produciendo en las "democracias", y no sólo en la nuestra (véanse los casos de Francia, Alemania, Canadá y últimamente el Reino Unido).  Todas parecen ansiosas de implantar el modelo de la dictadura china en occidente. De estas cosas ya nos habían advertido hace mucho tiempo autores  como Orwell, Huxley o Jünger. Pero como ya casi nadie los lee, todo son facilidades para los que manejan los hilos del cotarro.
 


Este Año de Desgracia hemos asistido al nacimiento de una nueva secta, la de los llamados "covidiotas", arropada convenientemente por la mayor campaña de terrorismo informativo orquestada jamás por los medios de manipulación masiva, al servicio descarado de los políticos y, sobre todo, de los poderes que están por encima de ellos y que son en realidad los que mandan. Un miedo fomentado sobre todo por unas estadísticas basadas en "casos diagnosticados" mediante unas pruebas de muy dudosa fiabilidad, por cierto.
Hemos tenido que acostumbrarnos a escuchar hasta la saciedad la Neolengua, según la cual las personas sanas pasan a llamarse "enfermos asintomáticos", los censores de toda la vida ahora se denominan "verificadores", a los escépticos se les señala como "negacionistas". Y al uso además de otros palabros como "desescalada", "rebrotes", "oleadas" y "cepas", de oscuro significado.
Se nos ha confinado, multado, sometido a toques de queda, monitoreado, se han cerrado negocios y se nos obliga a llevar puesto todo el santo día un bozal que no sirve para protegerse de los virus, pero  que sí resulta un caldo de cultivo fantástico para microbios y bacterias de todo tipo. Y que además cumple una función indiscutible de control social.
Y ahora nos llega, como un regalito de Santa Claus y en tiempo  récord, la tan ansiada promesa de una "vacuna" que no es tal, ya que se trata de un medicamento ARNm de tipo experimental. O sea, que van a usar como cobaya a la población, a la que no se obliga a vacunarse, pero aquellos que no lo hagan lo tendrán muy crudo para poder trabajar o recibir ayudas públicas, y además quedarán registrados en una base de datos de la Unión Europea. Hay que irse acostumbrando a la Neolengua y a la  Nueva Normalidad,  y a que la cosa vaya para largo, amigos.
Ilustración de Zac Deloupy

Como dijo una vez el gran rabino Henry Kissinger: "Mucha gente va a morir cuando se establezca el Nuevo Orden Mundial, pero será un mundo mucho mejor para los que sobrevivan". Es decir, la élite globalista cuyas cabezas más visibles son en estos momentos las Altas Finanzas (la magia financiera) la Big Pharma ( la magia curandera) y los magnates de la comunicación digital y los mass mierda (la magia televisiva y de Internet) nos están preparando para el Gran Reinicio de lo que sea que venga. Y para ello se toman su  tiempo, diez largos años hasta el famoso 2030.
 Habrá que prepararse para nuevas cepas del CHIchivirus y para otras pandemias, ya nos está avisando el profeta, mangante y "licántropo" Bill Gates. Habrá que sufrir más restricciones, porque además hay que cuidar la ecología y a la Madre Gaia que los parió. Nuestras relaciones familiares, laborales, con nuestro entorno, van a cambiar de un modo radical. Vendrá la Cuarta Revolución Industrial, lo que quiere decir la convergencia de la industria robótica, la digital y la ingeniería genética, lo que permitirá avanzar a pasos agigantados en la agenda del transhumanismo. Las "fabricas inteligentes" necesitarán cada vez menos mano de obra, creándose así un "sobrante" de población improductiva que malvivirá con el ingreso mínimo vital, y no alcanzará los umbrales de consumo exigidos por el futuro capitalismo de partes interesadas. A estos hay que añadir los ancianos y los discapacitados, a los que llevan años procurando eutanasizar por todos los medios, y ahí tenemos la reciente tramitación de la nueva Ley de Eutanasia en nuestro país.
Así las cosas no puede extrañar que a los que mandan les convenga reducir la población mundial de 7000 millones que se afirma que hay ahora hasta 500 millones de habitantes, que resultan mucho más fáciles de  manejar Y  como aún estando las clínicas de Planned Parenthood  a pleno rendimiento (897 abortos diarios) esto no parece suficiente, nos van a vender muchas "plandemias" como la presente, y muchas "vacunas" ARNm para remediarlo.



Así pues, adiós 2020 y ya veremos si bienvenido 2021, 2022, 2023... y así hasta el 2030. Los que sobrevivan a esa fecha (Pedro Sánchez, Pablo Iglesias, el Rey Felipe VI y algunos cuantos elegidos más) vivirán, no me cabe la menor duda, muchísimo mejor.




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