RECORDANDO A IVÁN BILIBIN
Ilya Muromets y Solovei el Bandido |
Como contrapunto a tanta aberración que hoy en día recibe el nombre de "arte", vamos a ser más positivos que de costumbre para adentrarnos en el fabuloso mundo de uno de los mejores artistas de la ilustración. Nos referimos al pintor y dibujante ruso Iván Yákovlevich Bilibin. Fue famoso en su tiempo por haber recreado en sus dibujos la atmósfera mágica de los cuentos populares de su país, algo parecido a lo que hizo Arthur Rackham en la Inglaterra victoriana, aunque con un estilo más épico y colorido que el del inglés. No es un artista lo suficientemente conocido en España, debido a la ignorancia que existe aquí sobre todo lo relacionado con la cultura eslava; por eso conviene difundir su obra entre el público aficionado al buen arte.
Peces Luminosos |
Iván
Bilibin nació
en un suburbio de San Petersburgo el 16 de agosto de 1876. Su padre
era médico, y se empeñó en que su hijo estudiara la carrera de
Derecho, con el fin de apartarlo de su vocación artística. Iván se
graduó finalmente en 1900 para cumplir este mandato paterno, pero
nunca ejerció como hombre de leyes.
La
obra del pintor Víctor
Vasnetsov,
que se encuadraba en un romanticismo inspirado en el folclore eslavo,
le impactó decisivamente y le reafirmó en su carrera como artista.
Aprendió en el taller del pintor y escultor
Iliá Repin, y
luego se trasladó a Múnich para completar su formación artística,
que en su caso se orientó preferentemente hacia la ilustración y el
diseño escénico.
En
1899 publicó sus primeros trabajos en una revista, Mir
Ikusstva
(Mundo del Arte) y poco después empezaría, por encargo de la Casa
de la Moneda, la serie de ilustraciones que le hicieron famoso
basadas en cuentos tradicionales rusos. Entre otros dibujaría
Vasilisa, la bella;
La
hermana Alionushka y su hermanito Ivanushka;
Fenist,
el halcón;
La princesa-rana;
y algunos relatos de
Pushkin como
El Cuento sobre el Zar Saltán y
El
Gallito de oro.
Cantar de las Huestes de Igor |
Es
entonces cuando sienta las bases de un estilo innovador, conocido
como el "estilo Bilibin", basado en los motivos de los
grabados populares, las antiguas miniaturas rusas y las tallas de
madera de los campesinos. También, poco a poco, iría influyendo en
él la estampa japonesa. Como principales aportaciones que lo
distinguen de otros ilustradores contemporáneos está el empleo de
la técnica de la acuarela, con la que conseguió resultados
espectaculares, y el muy elaborado diseño de los márgenes de sus
ilustraciones. Para Bilibin el dibujo era a la vez ilustración y
ornamento, y se ha llegado a afirmar que fue gracias a él que la
ilustración llegó a convertirse por fin en un arte individualizado.
En
1902 el Departamento Etnográfico del Museo Ruso le encargó viajar
durante dos años al norte de Rusia para estudiar las artesanías
populares y la arquitectura en madera anterior a la época del zar
Pedro
el Grande.
El artista, fascinado por el folclore de su tierra, publicó el
resultado de sus hallazgos en la monografía "La
obra popular en el norte de Rusia" (1904).
En esa época comenzó a trabajar en escenografías, diseñando los
decorados para los ballets rusos como El
Gallito de oro (1909)
y Sadko
(1914) de Rimsky-Korsakov;
y
Ruslan y Liudmila (1913)
de
Glinka.
También
se vio envuelto en los procesos revolucionarios que sacudieron a su
país. Durante la revolución de 1905 publicó algunas caricaturas
satíricas contra el zar Nicolás
II, como
El
asno Equus asinus al 1/20 del natural,
que le valieron un apercibimiento administrativo. No obstante, no
quiso implicarse en la Revolución de Octubre y optó por abandonar
San Petersburgo y marcharse a Crimea. Desde allí viajó al
extranjero, residiendo durante algún tiempo en Egipto (El Cairo y
Alejandría).
Ruslán y Liudmila |
Por
aquel entonces sobrevivió decorando mansiones privadas y los
iconostasios de algunas iglesias ortodoxas. Al fin llegó
establecerse en París en 1925, y allí empezó a triunfar como
pintor, siendo el promotor del estilo conocido como "Le Russe".
En 1936 recibió el encargo oficial de decorar la embajada soviética,
con el monumental lienzo patriótico
Mikula Selanínovich,
y poco después decidió regresar de nuevo a la URSS, puesto que
nunca había dejado de añorar la tierra de sus ancestros.
Durante
su etapa soviética fue profesor de dibujo y diseño escénico en la
Academia de las Artes de San Petersburgo (ahora Leningrado) donde
impartió numerosas conferencias sobre arte y folclore rusos. Esta
actividad académica la compatibilizó con su faceta como artista, y
siguió trabajando hasta su muerte en múltiples proyectos. Estuvo
diseñando los decorados para una película, cuyo rodaje se vio
interrumpido por la guerra, El
herrero coloso. También
se dedicó a ilustrar una serie de "bilinas" (cantares de
gesta o romances rusos de los siglos XI-XVI) y preparaba una gran
exposición de su obra en Moscú.
Pero
durante la invasión nazi de la URSS, la llamada Operación
Barbarroja,
Leningrado sufrió un durísimo asedio que duró más de 900 días.
Muchos de los habitantes de la ciudad perecieron, víctimas de los
bombardeos, el hambre y el frío. Entre ellos estaba Iván Bilibin,
quien murió durante el sitio el 7 de febrero de 1942, a los sesenta y seis años.
Dobryna Nikítich rescata a Zabava del Zmei Gorynych
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