"RAMIRO", UN CÓMIC DE LA RECONQUISTA
Estamos ante una serie peculiar, un clásico del cómic franco-belga ambientado en la agreste España medieval, lo que no sucede todos los días. Por otra parte, se trata de una obra que no llegó a publicarse íntegra en nuestro país hasta hace algunos años, en 2012, cuando la editorial Ponent Mon se puso por fin manos a la obra.
Su autor fue el dibujante William Van Cutsem, más conocido por el sobrenombre de "Vance", una de las figuras más destacadas del cómic franco-belga, como Jijé, Jean Giraud o Hermann Huppen. Nacido en la localidad belga de Anderlecht en 1935, falleció en Santander en 2018. Estudió Bellas Artes y debutó en el mundo del cómic con las aventuras del corsario Howard Flynn. Tras ilustrar "Ringo", unas historias localizadas en el Oeste americano, llegó su primer gran éxito en 1967 con "Bruno Brazil", serie de espionaje protagonizada por un agente secreto y con guiones de Greg. A esta seguiría "Bob Morane", que combinaba aventuras y ciencia-ficción. Luego vinieron otras series de gran calado, como "XIII", con guiones de Jean Van Hamme acerca de un espía con amnesia, bastante parecido a Bourne, o "Bruce J. Hawker", una epopeya naval que tiene como telón de fondo las pugnas entre los hijos de la Gran Bretaña y la Corona de España, en los tiempos de la batalla de Trafalgar. También realizó "Roderic", una serie ambientada en la época de las Cruzadas y se encargó de proseguir las aventuras del Marshall Blueberry, con guiones de Giraud.
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Capitel de la iglesia de Santa Cecilia (Aguilar de Campoo) |
Desde los años 70 Vance escogió España como su país de adopción, al casarse con una española, Petra, que fue la colorista de la mayoría de sus trabajos. Además su cuñado, Felicísimo Coria, sería también durante años su asistente en el dibujo, y continuaría más tarde alguna de sus series. De esta forma empezó a germinar en su mente la idea de localizar un cómic en nuestro país, inspirado en sucesos históricos como la Reconquista o la consolidación del Camino de Santiago.
El resultado fue "Ramiro", una serie muy bien ambientada en la cruda estepa castellana, ya que el dibujante conocía perfectamente el terreno, habiendo visitado en muchas ocasiones con la cámara de fotos en ristre los lugares más señeros del Camino de Santiago: León, Sahagún, Ponferrada... Esto le permitió reproducir en sus dibujos con gran fidelidad y con trazo nervioso y enérgico los paisajes, el carácter de los pueblos y los monumentos que servían de marco a sus historias. Parte de este material fotográfico y documental aparece recogido también en los volúmenes integrales publicados por Ponent Mon.
Las aventuras de Ramiro empezaron a publicarse por entregas entre 1974 y 1976, curiosamente en una revista femenina francesa, para más tarde ser recopiladas en cuatro álbumes por Dargaud, que continuaría publicando al personaje hasta 1989, conformando en esa fecha un total de nueve álbumes. Existió el proyecto de crear un décimo álbum, que hubiera cerrado satisfactoriamente la colección, pero al final éste no se pudo realizar. Otras historias independientes han sido rescatadas por usuarios de Internet y se han compilado en un álbum extra, "La loba de Arnac".
Las primeras historias Vance las dibujó a partir de guiones de Jacques Stroquart, aunque más adelante crearía él mismo sus propios argumentos. A lo largo de la serie vemos como el trazo de Vance va mejorando notablemente, para desarrollar con gran brillantez una historia que combina el realismo y lo didáctico con el gusto por la aventura, la intriga y el entretenimiento. En cada uno de los episodios se plantea un misterio que se resuelve para dar paso a un misterio aún mayor, que engancha a los lectores para que continúen devorando con fruición los siguientes episodios.
No poco nos puede recordar "Ramiro" a esa otra gran obra del cómic titulada "El Cid", que inició Antonio Hernández Palacios en las páginas de la revista "Trinca" en 1972. De hecho puede decirse que existió una influencia recíproca entre ambos autores, ya que Palacios era un dibujante bastante conocido y admirado en Francia por su serie de Mac Coy, al mismo tiempo que seguía el ejemplo de Giraud y de otros grandes artistas franco-belgas.
Más tarde es encomendado por la orden cluniacense, y supuestamente por su padre Alfonso VIII, para escoltar a una misteriosa pareja de peregrinos que viajan hacia Compostela en el ciclo titulado Misión a Santiago. A lo largo estos episodios aquellos que hayan hecho alguna vez el Camino Francés reconocerán las principales etapas de esta ruta de peregrinación. Finalmente, Ramiro se verá envuelto en una intriga que enfrenta a los abades de Cluny y al papado con el reino de Francia y la orden de los templarios, ya que todos ellos ansían apoderarse de un secreto que les proporcionaría un gran poder.
En posteriores aventuras la trama gira sobre el robo por parte de los bereberes de un tesoro de los visigodos tras su incursión en Siero (Burgos). Alfonso VIII encarga a Ramiro la recuperación de este patrimonio que le corresponde como heredero que era de los reyes godos. Este ciclo es el que quedó inconcluso con el noveno álbum de la serie.
En cualquier caso, sumergirse en las páginas de "Ramiro" es incursionar en un viaje alucinante por nuestro pasado histórico y legendario, que dejará un grato recuerdo a los lectores más exigentes.
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