LA NATIVIDAD, SEGÚN OTTO DIX
"La Virgen del agua" (1942) |
Otto Dix no necesita presentación para los amigos de nuestro blog. Gran artista germano del siglo XX, que participó en primera línea en el frente de la Primera Guerra mundial y en las vanguardias artísticas que la siguieron (expresionismo y dadaísmo) y que nos legó su visión personal y terrible de aquellas vivencias.
Años más tarde intentó hallar su equilibrio interior, y para ello rescató el estilo y la técnica de los grandes maestros de la tradición pictórica alemana, los artistas del renacimiento nórdico a los que tanto se quería parecer.
"San Lucas pintando a la Virgen" (1943) |
También buscó un sentido a su vida, durante los años de la segunda gran guerra, en el cristianismo. Sin beatería de ninguna clase, siendo fiel a su forma de ser, redescubrió en las Escrituras una fuente de sabiduría y una inspiración para su obra. No podemos olvidar que cuando fue movilizado en 1914, llevaba en el macuto sus dos grandes libros de referencia: la Biblia y el Así habló Zaratustra. Explosiva combinación, como explosiva fue la época que le tocó vivir a Dix. La época en la que los europeos se descuartizaron los unos a los otros y cedieron su hegemonía, no sólo política sino también cultural, a americanos y rusos. Una época en que un no creyente como Dix, puede que nietszcheano a su manera pero de ningún modo un anti-cristiano al estilo progre-podemita, podía pintar estos cuadros cargados de simbolismo y de sincera religiosidad.
"Tríptico de la Virgen delante de un alambre de púas y escombros, con San Pedro y San Pablo encadenados" (1945) |
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