El blog de Dagga Ramba

AQUELARRES DE SAN JUAN

Solsticio de verano, rituales paganos, celebraciones religiosas, carnaval electoral, sobredosis de fútbol a mansalva, desfiles de la semana (un día ya no es suficiente) del orgullo LGTBxyz, francachelas estivales varias, etc... de todo hay en estos días. Y aunque nos acusen de volver a abundar otra vez en lo mismo, mucho aroma a azufre hay en todo esto también. Yo recomiendo la lectura del "Satanás" del gran Vicente Risco, mi libro de cabecera para deambular en estos tiempos de tribulación, porque resulta harto revelador de todo lo que está aconteciendo y de lo que nos queda todavía por ver.
 Lo satánico parece estar de moda, ya sea bajo la cobertura de espectáculo artístico o mediático, o como nuevo estilo de hacer política. El Nuevo Orden Mundial tiene mucho de luciferino, para el que no se haya enterado aún. 
Y los paladines de la Unión Europea, para conjurar sin duda el fantasma del brexit, dieron su bendición a un ritual satánico en toda regla el pasado 1 de junio, durante la ceremonia de  inauguración del tunel más largo del mundo, el Gotthard Base Tunnel, bajo los alpes suizos. También en nuestro país, algunas personalidades de la izquierda feminista lo han dejado bien claro ("somos las nietas de las brujas que no pudieron quemar", Ana Gabriel de la CUP dixit). De momento se dedican a asaltar y profanar iglesias y capillas, con la esperanza de que se encienda otra mecha como la del 36, otra intentona para llegar al poder como sea, y arrastrarnos a todos con la marea... Si supieran algo de historia estas generaciones formadas en el espíritu de la LOGSE sabrían que la chusma cuando consigue hacerse con el mando, no logra conservarlo por mucho tiempo, y acaba muy pronto barrida de un modo inexorable por sus propios correligionarios con tendencias más autoritarias o por las fuerzas de signo contrario. Siempre ha sido así, desde que el mundo es mundo, y siempre nos han dejado como único legado los rescoldos de la destrucción y las cenizas del último aquelarre.