"Cuando el rojo del sol naciente
cayó sobre el verde y oro
nuestro padre Adán
se sentó bajo el árbol
y escarbó con un palo en el suelo.
Y el primer tosco dibujo
que vio el mundo
fue el gozo de su fuerte corazón
hasta que el demonio
susurró tras las hojas
es hermoso
pero, ¿es arte?
La historia es tan vieja como el árbol del Edén
y nueva, como un diente de leche.
Todo hombre sabe,
en cuanto le sale el bigote
que es el dueño del arte
y de la verdad.
Y cada hombre oye
al llegar el ocaso
el latir de su corazón agonizante
un redoble diabólico
en el oscuro ventanal
Es hermoso pero, ¿es arte?”
-Rudyard Kipling
El dilema al que aluden Kipling y Welles tal vez no sea tan antiguo como se imaginaban, ya que en el pasado apenas jugaban un papel los llamados "expertos" (acaso ni existían) y distinguir qué cosa era arte y qué no lo era no suponía un gran esfuerzo, ni siquiera para el público corriente. Después, con la mercantilización (y musealización) del arte y las vanguardias que consagraron la "experimentación" todo cambió, y los timadores vieron su agosto, siendo entre éstos los falsificadores de arte los más honrados del gremio... Algunos llegarían a ser pintores de gran talento, como el famoso Han van Meegeren, autor de numerosas réplicas de Rembrandt a comienzos del siglo XX. Así que personajes como Elmy d´Hory, el creador de falsos modiglianis, matisses y picassos (algunos adquiridos por importantes museos) que aparece en la película de Orson Welles nos resultan hasta simpáticos, sobre todo si los comparamos con los farsantes del arte contemporáneo que todos tenemos ahora en mente.
El asunto del fraude artístico ha alcanzado tales cotas en la actualidad que se ha llegado a un callejón sin salida relativista, donde impera en apariencia el "todo vale".
Pero, en la práctica, los actuales "expertos" en arte contemporáneo lo tienen claro: "arte es lo que se vende como arte", como señala muy acertadamente Avelina Lésper en la última entrada de su web www.avelinalesper.com, en la que nos habla sobre la acreditación que extienden algunas compañías de seguros (facturas de compra, vaya) para proteger las inversiones de sus clientes, siendo ese pedazo de papel el único documento que da valor al arte conceptual. Ah, la serpiente del paraíso es hoy en día, ni más ni menos, que el todopoderoso Mercado...
LA INDUSTRIA DE LOS EXPERTOS. Documental de Documentos TV
"FRAUDE" ("F FOR FAKE", 1974) de Orson Welles
"El valor del arte depende de las opiniones, y las opiniones dependen de los expertos". Orson Welles
No hay comentarios:
Publicar un comentario