El blog de Dagga Ramba

EL MAÑANA SERÁ DE DAGGA RAMBA

Sí, queridos feligreses. Hacía una eternidad que el consuelo de mis palabras, un manantial de rica sabiduría para las almas sedientas, no llegaba a vuestros afligidos oídos. Lo sé, y creo que ya iba siendo hora de dirigirme de nuevo a las masas menesterosas, qué caramba. "Los tiempos son llegados", como decía el gran Breogán, y ahora que resuenan hermosos llamamientos a la guerra nuclear y amenazas de destruir la civilización, desde nuestra atalaya no queremos ser menos. Que tiemblen los enemigos viscerales de la clase trabajadora.

Os propongo que en vuestras casas pongáis a todo volumen esta selección de música fáustica con la que os entrarán ganas de invadir Polonia, Ucrania, Gaza, Siria, Irán, el Yemen o lo que os salga de las gónadas. Que aunque unos lleven la fama, otros cardan la lana, y a la hora de la verdad a todas las naciones les va la marcha. Sobre todo a esa nación elegida, "nuestros hermanos mayores" tan queridos de Milei y de nuestra "derecha" no tan patriota, y que en la actualidad están ejerciendo, con las bendiciones papales urbi et orbi y el beneplácito de todo occidente, su derecho a holocaustizar, por supuesto que sí.

Ellos tienen al fin su Armageddon, mientras que en Expaña asistimos al particular Götterdammerung del PutriSOE, con el Gran Líder a punto de suicidarse en su búnker de Ferraz, tras estallar el enésimo escándalo de corrupción, de puterío y farlopa, esta vez a cuenta de los nasabucos de la plandemia aquella. El Imperio Woke de los Mil Años se está hundiendo irremediablemente. Traicionado por todos, por su amigo Cocomocho, por el Majzén, por Ábalos, por Begoño, hasta por Risto Mejide y Susana Griso... al supremo felón sólo le queda la cápsula de cianuro como única salida digna.

No me digáis que asistir a este bonito espectáculo, sublime, dantesco y apocalíptico no merece la pena.