viernes, 22 de marzo de 2024

LA PINTURA SIMBOLISTA DE KONSTANTIN KOROBOV 

"Agnus" (2022)

No solemos prodigarnos en publicar artículos sobre artistas contemporáneos, porque lo que habitualmente se entiende por "arte contemporáneo" nos parece no sólo un fenómeno detestable y corrosivo, sino que además tiende a acapararlo todo, como el anillo de Sauron, cubriendo con su sucio manto todo lo que el Arte pueda producir en la actualidad. Pero sabemos que no es así, que existen aún muchos artistas auténticos e independientes que escapan de ese hechizo maligno marcado por las pútridas agendas de la cultura sistémica, y que siguen su propio rumbo. Este es el caso de Konsantin Korobov, del que vamos a hablar hoy.
Este autor, del que se conocen pocos datos biográficos, nació en Ekaterimburgo (Rusia) en 1985 y ha ido  cultivando un estilo propio y muy reconocible, bastante alejado de las corrientes oficialistas, que hoy predominan en el mercado del arte contemporáneo. Aprendió no hace mucho y por su cuenta la técnica tradicional de la pintura al óleo y ha estudiado también en los museos la obra de los grandes maestros europeos del pasado, sin dejarse influir por ninguno en concreto. Se sirve de la pintura para expresar temas en los que predomina lo oscuro y lo dramático. Para mostrar sus obras al gran público mantiene desde 2018 un post monográfico en Internet donde van apareciendo de forma regular la mayoría de sus trabajos. Algunos se han ido convirtiendo en "virales" y en auténticos iconos de nuestro tiempo, como la pieza "Agnus" del año 2022. A pesar de la estúpida rusofobia hoy imperante en occidente, ha ganado varios premios de pintura en Ámsterdam y en los Estados Unidos.


"Noticias"

Para él el Arte genuino es básicamente "belleza y habilidad" y cree que, a pesar de las modas, el tiempo irá poniendo a cada uno tarde o temprano en su sitio. Se aprecia que este artista tiene una cosmovisión muy particular, que entronca con la tradición europea y en particular con la mitología eslava, tanto en su vertiente pagana como cristiana. Muchas de sus pinturas parecen encerrar un enigma cuya clave se nos invita a  desentrañar. No son simples cuadros hiperrealistas, aunque a menudo se recrean en los detalles minuciosos y elocuentes. Tampoco son visiones oníricas a la manera del surrealismo más vulgar, surgidas del capricho o del azar.
En algún lugar he leído que tienen un trasfondo filosófico que aspira a reflejar lo artificioso de la modernidad y a revelar los valores sublimes que alientan en la tradición perenne, de una manera accesible a cualquier observador.


"Bosque"

Es un artista muy prolífico, a pesar de su juventud, y su obra es muy abundante y variada. Su estilo pictórico se va adaptando según sea la narrativa de los temas que aborda. Tiene una serie de pinturas que podrían calificarse de "paleontológicas", en las que representa diversos animales extintos como el Dirus, una especie de lobo gigantesco que habitaba hace siglos en los bosques de Asia y Norteamérica, una especie de tótem ancestral por el que este autor tiene una especial predilección. También tiene interpretaciones de grandes peces y saurios prehistóricos como el Raptor o la Gorgonopsia, de grandes felinos con los dientes de sable, etcétera.
Otras criaturas fantásticas y mitológicas pueblan sus cuadros, como unicornios, centauros, dragones lobos con varias cabezas o múltiples patas o seres que se transforman en otros seres, atacándose o persiguiéndose mutuamente. Estas últimos, aun siendo productos de su imaginación parecen encerrar alguna enseñanza simbólica entorno a la idea de los ciclos de la vida y la muerte y una visión agónica de la Naturaleza, como podemos apreciar en obras tales como "Persecución" o "Tormentum".


"Tiempo" (2015)

Ha creado también composiciones en las que engarza diversos seres entrelazados, a la manera de los retratos alegóricos de Arcimboldo o algunos delirios de Salvador Dalí, como la calavera que parece insinuarse en "Veritas", formada por una garza, una serpiente y un armadillo, encaramados sobre una roca, en la que podemos leer la inscripción latina: "Doctrina multiplex, Veritas una". Otra pintura muy parecida a esta es "Memento mori", en la que un cuervo, unas rocas y la flor de un cardo forman una cabeza humana de perfil. Acostumbra a emplear a menudo el recurso de las imágenes dobles, en las que la forma y el  fondo se intercambian,.
Lo simbólico y  lo alegórico está muy presente en otras obras de Korobov como "Metatron", "Fatum", "Tenebris", "Terra incognita","Serpiente y espada", etc.


"Persecución" (2019)

Dentro de su producción tiene cuadros en los que cultiva lo caricaturesco, como en "Llave" o "Juego". En otros se aprecia el estudio del arte renacentista, como en "Espasmo" o "Fausto". La descripción naturalista de los animales es uno de sus motivos favoritos, como puede observarse entre otros cuadros en "Quo vadis?" o en "Hormigas". El detalle hiperrealista está muy trabajado en piezas como "Serpiente y espada", y en otras naturalezas muertas. También tiene una gran predilección por los temas macabros ("Fatum", "Servicio") oníricos ("Styx", "El sueño" o "Memento mori") y los de clara inspiración religiosa como "Eva", "Simon Zelote", "Ahasuerus" o la famosa "Agnus".
Invito a todos aquellos amantes del Arte verdadero, y a todos aquellos que quieran viajar más allá de los límites estrechos de Wokelandia, que busquen la obra de Konstantin Korobov. Seguro que no les va a dejar indiferente.


"Fatum" (2022)



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