viernes, 22 de febrero de 2019

LA BARBARIE INSTITUCIONALIZADA

 

Uno de mis propósitos para este 2019 era el de realizar un ejercicio de bondad y no volver a abordar en mi blog los clásicos temas escabrosos; porque ya hay bastante energía negativa en el mundo, y hay que contrarrestar el mal y las tinieblas con la luz, y todo ese rollo buenista y new age. Por ejemplo, me había comprometido a no comentar esas ceremonias obscenas que se repiten año tras año, y que deberían de desaparecer algún día por el bien de todos; me refiero a la gala de los Goya, la feria de Arco y demás basura institucional... Hablar de ellas es tanto como darle publicidad gratuita al enemigo, y eso no me parece que sea una buena estrategia.
Pero resulta imposible no estallar de indignación cuando uno se entera de noticias como la que a continuación vamos a relatar. Sirven para medir el nivel de abyección intelectual y moral, la podredumbre estética y cultural de la clase política que por desgracia detenta el poder en amplios territorios de nuestro país. 
Una casta de arribistas muy bien representada por el lerdo de Pedro Sánchez; un perfecto anarcoiletrado funcional pagado de sí mismo, que contrata a negros chapuceros para que le escriban sus tesis y sus memorias. Y luego aparecen gazapos monumentales e inexcusables como el de confundir una cita de Fray Luis de León con otra de San Juan de la Cruz.
De idéntica pasta deben estar hechos los cernícalos que mandan en la Generalitat valenciana, que han autorizado el grafiti "Evreka" en el claustro renacentista que hay en el Centro del Carmen de Valencia, un edificio del siglo XIII catalogado como un Bien de Interés Cultural. Los mil metros cuadrados de pared del claustro han sido "intervenidos" por el dúo de grafiteros PichiAvo, otro par de apesebrados sin escrúpulos que viven a costa de las subvenciones, ocasionando los desperfectos que en la foto se pueden ver. Algo así como si los milicianos de la guerra civil hubieran tomado el edificio y dejado su "firma" característica. Me imagino que los patrocinadores de la "cosa" apelarán al mestizaje, al "diálogo" entre las artes del pasado y del presente, pretendiendo comparar la pericia de los maestros canteros con las mamarrachadas de los genios del aerosol...
 Pero esta vez sí que ha habido protestas, y hasta la UGT ha presentado una denuncia contra el Consorcio de Museos de la Comunidad y el Ayuntamiento de Valencia por haber aprobado semejante aberración.
Es urgente que alguien pare los pies y detenga los desmanes de esta manada de tarados. No se puede permitir que estos auténticos subnormales (y que me perdonen las personas que tienen el síndrome de Down, que no tienen la culpa de nada) cometan impunemente esta clase de atropellos contra el patrimonio artístico e histórico de todos. ¿Qué se han creído que son para disponer así del legado de nuestros antepasados, de nuestra cultura?

 

martes, 19 de febrero de 2019

DIONISO Y SU MÁSCARA




Los antiguos helenos sabían que en lo más crudo del invierno  puede irrumpir de forma repentina, y con más vehemencia si cabe, el divino y salvaje Dioniso. Porque más allá de los ciclos que marca implacable la  madre naturaleza, el dios del vino y de las mujeres, del éxtasis y (también hay que decirlo) de la demencia, puede obrar milagros, capaces de sacudir el adormecimiento general de nuestros sentidos, y hacernos bailar y festejar. Las fiestas de invierno, las romerías de San Blas, los carnavales populares, no son otra cosa que las manifestaciones más burdas y degradadas de las antiguas ceremonias consagradas a esta poderosa deidad, que de  forma tan ruidosa nos anuncia su presencia entre nosotros, antes de renacer y rebrotar en toda su plenitud durante la Ver Sacrum ("primavera sagrada"). Es también un dios inspirador para los poetas,  los artistas y los músicos, ya que su dominio abarca los secretos de la creatividad, como muy bien intuyeron  Hölderlin, Nietzsche. Walter Otto,  Robert Graves y otros que osaron adentrarse en tan abrupto sendero. Internémonos pues en el territorio que ellos desbrozaron  para nosotros...

miércoles, 6 de febrero de 2019

LOS GOYA Y LA MAFIA DEL CINE ESPAÑOL



Una vez más se nos ha mostrado ese escaparate de la "kultur" pijoprogre de nuestro país que es la gala de los Goya. Del estado ruinoso y corrompido de la "política cultural" de los últimos cuarenta años es un magnífico botón de muestra la SGAE, esa institución hoy completamente hundida en su propio fango. Y, más concretamente, acerca del pútrido estado  del cine español ya nos hemos referido con anterioridad en este mismo blog: http://morenoruizignacio.blogspot.com/2017/01/colapsara-algun-dia-el-malhadado-cine.html#more

¿Cabe ahora añadir algo nuevo? Este año, con la coalición del PSOE-Podemos- separatistas en el poder y como era previsible, apenas ha habido las acostumbradas proclamas políticas.  Nada se ha dicho, por ejemplo, sobre la actual crisis venezolana, a tenor de la errática postura del doctor Sánchez sobre ese particular.
Tan sólo hemos asistido al cordón sanitario contra Vox, promovido por defraudadores del fisco de la calaña de Pedro Almodóvar, y que ha sido respondido convenientemente por los dirigentes de este partido calificando de "mafia" a los actuales beneficiarios de las subvenciones del cine español.
Si estudiamos con objetividad las cifras que arroja en la actualidad esta "industria", no podemos dejar de dar la razón a los del partido de Abascal, ni de considerar como muy acertado el uso de tal calificativo.
En España se destinan al año 80 millones de euros para mantener el régimen de subvenciones del más que mediocre cine español. Los presupuestos se hinchan a más del doble de lo que cuestan realmente las películas, porque el ministerio adelanta siempre la mitad de la pasta a sus acólitos, siguiendo la pauta de eso que se llama el "capitalismo de amiguetes". He aquí el rigor de lo que se entiende por aquí como mecenazgo público. Así  los cineastas mafiosillos se aseguran trincar algo por su "trabajo", aunque al final muchas de esas películas no se llegan ni a estrenar. Y de las que se estrenan, el 77% recaudan menos de 10.000 euros; y el 40% menos de 1.000. O sea, que el divorcio entre el cine español y su  potencial público es hoy por hoy un hecho rotundo y manifiesto.

En realidad, lo que estamos subvencionando entre todos, en este país endeudado hasta las trancas, es el espectáculo  presuntamente glamuroso (bochornoso y obsceno, en realidad) de una panda de inútiles/as gañanes/as que cada año se pasean con sus aires de grandes estrellas y sus modelitos prèt-a-portèr sobre las alfombras rojas.

Una tropa de ignorantes, como el tal Borja Cobeaga,, guionista del bodrio ese de "Superlópez", que decía que Blas de Lezo era un "conquistador demediado"??? (que yo sepa, don Blas no conquistó nada, defendió con valentía y en inferioridad de condiciones un territorio español de unos invasores anglocabrones) y que por tanto no le daba "la puta gana" de hacer una película sobre él. Mejor, porque con el talento que se gastan los cineastas de nuestro país, es mejor que no toquen determinados temas. Tiemblo sólo en pensar qué pueden llegar a perpetrar con Hernán Cortés en este año, en el que se cumple el quinto centenario de la conquista del imperio azteca y la fundación de México.

¿Y cuales fueron las películas de 2018 más premiadas esta vez en los Goya ? Pues una comedia con toque sensiblero de Javier Fesser, acerca de unos deportistas discapacitados, y un thriller fallido sobre la corrupción de Rodrigo Sorogoyen, donde no se atreve a señalar directamente a ningún responsable de los últimos escándalos que han salpicado el panorama político nacional y todo queda como muy abstracto, demostrando una vez más que no existen pelotas para hacer un auténtico "cine político" en la España de hoy.

La única esperanza que nos queda es que en nuestro país cada vez hay más gente que se da cuenta de como está la situación y siente vergüenza de este mediocre panorama. Ojalá pueda esto servir para que, de una vez por todas,  empecemos a cambiarlo.