EL MARTIRIO DE YUKIO MISHIMA
"Sin embargo, en su retrato fotográfico, Mishima presenta tres flechas. A las dos anteriores que se encuentran en las mismas partes del cuerpo, se suma una tercera en el abdomen. Lo interesante es constatar que no se encuentra en ello una variación mishimiana. En efecto, una composición de Reni presenta una mayor similitud con la fotografía que la pintura de Génova descrita en Confesiones. Se trata del ejemplar que atesora la Biblioteca Capitolina de Roma. En esta pintura, muy similar a la de Génova, una tercera flecha ha penetrado en el lado izquierdo del vientre, como lo hace en la fotografía de Mishima. No es baladí señalar que ése es el punto exacto por el que habrá de penetrar el arma blanca en el seppuku de Mishima dos años más tarde. La fotografía glorifica el cuerpo de Mishima y constituye una estética profecía de su suicidio (...) Mishima se establece así en su fantasía en un mártir sacrificado por dar testimonio de fe en una patria que ya no puede existir."
Extracto del artículo "La identificación de Mishima con el martirio de San Sebastián" del Doctor Julio César Abad Vidal, publicado en la revista "El Emboscado", nº8
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