martes, 27 de julio de 2021

"EL TORMENTO Y EL ÉXTASIS" (1965)


-Dime, ¿así es como tú le ves a Él, hijo mío?
-Sí, Santo Padre.
-Ni airado, ni vengativo, sino así: fuerte, bondadoso, lleno de Amor.
-Conoce la ira, sí. Pero la Creación es un acto de Amor.
-Si puedes imaginarlo así, Miguel Ángel, tienes lo que yo más necesito.
-Le estoy agradecido por el don que me ha dado.
-El mejor de los dones. Si yo volviera a nacer de nuevo, quisiera ser como tú, artista. Lo que tú has pintado, hijo mío, no es un retrato de Dios, es un testimonio de fe.
-Santidad, la fe no necesita testimonios.
-No, si eres un santo o un artista. Pero yo no soy más que un papa...
Y este es Adán, ¿así es como tú ves al Hombre? Noble, hermoso, valiente.
-¿Cómo habría de verle?
-Como  es en realidad: corrompido, con las manos ensangrentadas, expuesto a la condenación. Tu pintura es hermosa, pero  falsa.
-No puedo cambiar mis ideas.
-De sobra lo sé. Y no malgastaré mi tiempo intentando hacerte cambiar. ¿Cómo se te ocurrió esto?
-Mi idea fue expresar que el mal lo aprendió el hombre de sí mismo, no de Dios.
-Cierto.
-Por eso lo pinté como fue  creado, inocente, libre de pecado, agradecido por el don de la vida.

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