lunes, 2 de noviembre de 2020

MÁS ALARIDOS DESDE LA CHEKA DE BELLAS ARTES

Ilustración de Raphäel Freida para "El Jardín de los Suplicios" (1927)

Y con el Halloween llegó el nuevo estado de alarma, y con él las nuevas restricciones. Algunos agoreros  lo veíamos venir desde hacía tiempo, y en determinados ocasiones como en la presente no hay nada más enojoso que tener razón. Pero qué  le vamos a hacer; a este gobierno bolivarista-rasputiniano que nos ha caído en suerte (merced al maravilloso invento de la partitocracia española) se le ven las hechuras a la legua, y también sus pulsiones totalitarias y genocidas. Lo patético es que muchos, la inmensa mayoría diría yo, se hayan quedado con la cara pasmada ante esta nueva vuelta de tuerca. Se habían habituado tanto a la nueva normalidad, y acatado con resignación todas sus normas y preceptos  por muy absurdos que estos fueran, que no pueden creerlo. Por qué, si he sido bueno y un ciudadano dócil y obediente aún me castigas más, oh Estado. Al fin y al cabo, en España existe una larga tradición de flagelantes voluntarios y  de disciplinantes, que procede de los tiempos de la Peste Negra. Habría que preguntarse por qué si las mascarillas funcionan, nos tienen que volver a confinar, o viceversa...   
Detalle de "Procesión de disciplinantes" (1812-19) de Goya



Del toque de queda y los confinamientos perimetrales, gestionados por las comunidades autónomas, pasaremos en cuestión de días al confinamiento domiciliario generalizado, todo el tiempo que estimen oportuno nuestros electos torturadores. Y, a pesar de todo, seguiremos con la mascarilla (con un 21% de IVA) puesta, los test PCR que no son más que una falacia que se utiliza como pretexto para imponer toda clase de atropellos y para que las comunidades autónomas cobren del Fondo Covid-19, el terrorismo informativo, la censura  en Internet y con todo el resto de medidas que, como ya hemos podido comprobar, han dando hasta ahora un resultado espectacular, no tanto para frenar la expansión del supuesto "bicho" sino para tener al rebaño atemorizado y bajo control.
Los telediarios seguirán salmodiando y aterrorizando a las masas, señalando a los "negacionistas" como los malos y exagerando las cifras de nuevos positivos, mientras el mundo real  nos está golpeando sin misericordia, con las colas del hambre, la desasistencia sanitaria, la ruina de las pymes y los autónomos, el cierre de negocios de hostelería y otros, la subida generalizada de los impuestos, y la sumisión más absoluta de nuestro país al Gran Reseteo y a los dictados del Banco Mundial y del FMI. Ya lo dijo Sánchez en uno de sus largos discursos, que la Plandemia era una oportunidad de oro para "avanzar" en la agenda mundialista. Y vaya si la están aprovechando.
Cómo extrañarse de que en las calles se empiece a caldear el ambiente, y de que haya cada día que pasa más y más descontentos que no se tragan las verdades oficiales del sistema. Cómo se puede dar crédito a una organización mafiosa como la OMS que ha contratado para lavar su imagen los servicios de Hill & Knowlton, la misma empresa de publicidad que fabricaba los montajes para el gobierno norteamericano en la Guerra de Irak
Cómo confiar en una "comunidad científica" que se ha prestado al juego de la calientología, por ejemplo, difundiendo durante tanto tiempo informes y  pronósticos que han resultado ser falsos, y todo para servir a determinados intereses políticos y económicos.

Cómo confiar en un gobierno que nos la ha metido doblada y hasta la tráquea con el ficticio "comité de expertos", y cuyos miembros imponen restricciones al pueblo llano  mientras que ellos se las pasan por el arco del triunfo, como en el famoso sarao de Pedro J. Un gobierno y una casta política en general que han permitido que se lobotomice durante años a la sociedad española con leyes como las de la Memoria Histórica, la de Violencia de Género, etc.
 Por eso toda esa desconfianza y ese malestar intenta canalizarlo el tirano, para que no se vuelva en su contra, y el medio es muchas veces la "disidencia controlada", a la que más pronto que tarde se invita a compartir las mieles del poder. Pero si falla este recurso, entre otras cosas porque como pasa ahora gran parte de la población está arruinada y hasta los dídimos, se buscan otros mecanismos para desactivar las protestas, utilizando por ejemplo agitadores a sueldo que destrozan los comercios y mobiliario urbano, para ensuciar la imagen de aquellos que se manifiestan legítimamente contra las medidas de los políticos.
 O  bien se  intenta enfrentar a los súbditos unos contra otros, creando una polarización ficticia, que debilite aún más al pueblo y que les permita seguir manteniendo a los políticos del régimen su tinglado y disfrutar más aún de sus privilegios. Y esto último también les está saliendo bien una vez más, con este más que aborregado pueblo español.
Bueno, en el resto del mundo, en Francia, UK, Canadá, etc. parece que van a imitarnos en breve. Mal de muchos, consuelo de esclavos. Aquí hemos sido los cobayas del Nuevo Orden Mundial, y la Agenda sigue su curso. Vivimos en tiempos oscuros, en tiempos en los que hay que demostrar el valor que se tiene, más allá de grandilocuencias y esteticismos estériles.


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