domingo, 22 de noviembre de 2020

GALERÍA DE ARTISTAS MALDITOS

WYNDHAM LEWIS Y LOS VORTICISTAS 

"Mr. Wyndham Lewis como un Tyro" (1920-21)

"Soy artista, si es que eso es una credencial. Soy novelista, pintor, escultor, filósofo, dibujante, crítico, político, periodista, ensayista, panfletista, todo en uno, como  esos hombres del Renacimiento italiano"
(Estallidos y bombardeos, 1937)

Hablar de Wyndham Lewis es hablar del Vorticismo, la principal aportación británica al movimiento de las Vanguardias Históricas de comienzos del siglo XX. Estamos ante un artista y un escritor cáustico, vitriólico, que mantuvo una relación muy controvertida con su propio país y con el ambiente social, cultural y artístico imperante, enfermo de ramplonería victoriana y de grosero mercantilismo. Fustigador implacable de los vicios y miserias del declinante Imperio Británico, por algo se le conoció con el sobrenombre de "el Enemigo", fue castigado más tarde por ello con el silencio.
Nació Percy Wyndham Lewis en el año 1882, en Nueva Escocia (Canadá)  a bordo de la embarcación de su padre, un norteamericano de Maryland que pocos años más tarde se separaría de su madre. Esta, siendo de nacionalidad británica, regresaría junto con el pequeño Percy a Londres en 1893.  Ingresó en la Slade School of Art en 1898, donde demostró su gran talento para el dibujo, pero también que se llevaba mal con sus profesores, por lo que fue expulsado tres años después. Admirador de William Blake y de Gustave Flaubert, se interesa por el arte no europeo y por los caricaturistas ingleses del siglo XVIII. 
Entre 1902 y 1908 viaja incansable por Europa, empapándose de la literatura y la filosofía contemporánea (Nietzsche, Bergson). Reside cuatro años en París, al tiempo que estudia arte en los museos de Holanda, Alemania y España, país este último que visitará al menos cinco veces a lo largo de su vida (Madrid, Vigo, Barcelona). Llegó a tanto su vinculación con lo hispánico que solía ir ataviado con el típico sombrero de ala ancha y la capa negra, al estilo del anuncio de Sandeman.  W.Lewis se sentirá siempre mucho más relacionado emocionalmente con España, Francia o Alemania que con Inglaterra, a la que sin embargo regresa en 1908 trayendo las nuevas ideas artísticas aportadas por el cubismo y el futurismo italiano.



Empieza a publicar en "The English  Review", la revista del pintor Ford Madox Ford, un relato sobre sus viajes por Bretaña. En 1911 se convierte en miembro fundador del Camdem Town Group, un grupo de artistas reunidos en  torno a Walter Sickert, y conoce al poeta, ensayista y músico norteamericano Ezra Pound, con el que mantendrá una gran amistad. También se relacionará gracias a él con otros escritores, como T.S.Eliot y James Joyce. Establece contactos con el llamado Grupo de Bloomsbury, al que pertenecía Virginia Woolf , algunos miembros de la sociedad secreta conocida como "los Apóstoles de Cambridge" y también el pintor Roger Fry, fundador de los Talleres Omega. Poco después romperá con todos ellos, y junto con otros artistas disidentes creará hacia 1913 el Centro de Arte Rebelde, que sólo durará cuatro meses, pero que será la matriz del movimiento Vorticista y de su revista "BLAST" (Explosión) de impactante diseño, en la que publicará el manifiesto del grupo. 
Sus representantes pretendían "construir un lenguaje visual tan abstracto como la música y dogmáticamente antirreal". En la práctica se trataba de una especie de abstracción geométrica, que aspiraba a combinar la estructura formal del Cubismo con el vitalismo futurista. El nombre de "Vorticismo" lo acuñó Ezra Pound y hacía referencia al vórtice o remolino, el lugar donde nacen las emociones.

"Los vorticistas del restaurante de la Torre Eiffel" (primvera de 1915) de William Roberts. Aparecen Ezra Pound, Wyndham Lewis, el propio Roberts y Frederick Etchells, entre otros.

Entre los artistas vorticistas destacaron los pintores William Roberts, Edward Wadsworth, David Bomberg , los escultores Gaudier-Brezska  Jacob Epstein y la pintora Dorothy Shakespear, esposa de Ezra Pound. En 1915 se celebra la única exposición vorticista en Inglaterra, en las Doré Galleries, y en julio se publica el segundo número de BLAST, el "número de la guerra". El reclutamiento para el frente de buena parte de sus componentes en la Primera Guerra Mundial  supone la ruptura del grupo.
W.Lewis llegará a ser teniente de artillería en el Frente Occidental, y en la Tercera Batalla de Ypres será nombrado "artista de guerra" oficial para los gobiernos de Canadá y Gran Bretaña. Su peligrosa misión consistía en observar las líneas enemigas y registrar objetivos tras una batería, estando a punto de morir en varias ocasiones. De hecho vio caer en el frente a sus amigos, el filósofo Thomas E. Hulme y el artista Gaudier-Brezska. 
Tras la guerra realizó una exposición con sus dibujos de guerra llamada "Guns", de gran crudeza al igual que los cuentos que empezaba a publicar entonces y que se recopilaron en el volumen "The Wild Body". 

"Una batería bombardeada" (1919)

En 1918 publica su primera novela importante, "Tarr", en la que rememora sus vivencias como artista bohemio en el París de la preguerra. Y a comienzos de los años veinte empieza a escribir su trilogía "The Human Age" y vuelve a pintar, esta vez  cuadros de estilo figurativo. incluso clásico, y comienza una importante carrera como retratista. También expone figuras de sello caricaturesco, como los "Tyros y Portraits" de las Galerías Leicester. Los "tyros" (en inglés "novato" o "principiante") son personajes mordaces de sonrisa perversa. En palabras de W.Lewis "un nuevo tipo de animal humano, como el Arlequín o el Polichinela, crudo y subdesarrollado, de vitalidad inmensa y sin propósito, y por lo tanto a veces maligna." Se trataba de una sátira de la conformista sociedad inglesa de posguerra, y con el título de "The Tyro" publica en 1922 una segunda revista llena de comentarios incisivos sobre la cultura de la "nueva época". Para el número 2 escribe un "Ensayo sobre el objetivo del arte plástico de nuestro  tiempo".

Retrato de Ezra Pound (1939)


A finales de la década se centra en su faceta como escritor y ensayista. Se enfrasca en el estudio de la teoría política, la antropología y la filosofía y en 1927 publica otra revista "The Enemy" en que mantiene una postura crítica beligerante con la vanguardia literaria, cuya postura política y filosófica considera ingenua.
Hombre bastante mujeriego, por fin sienta la cabeza y se casa con una de sus modelos, Cladys Anne Hoskyns, con la que vivirá el resto de su vida.

"Una lectura de Ovidio (Tyros)" de 1920-21

En 1930 saca a la luz una de sus obras literarias más polémicas, "Los monos de Dios", un retrato satírico de los círculos artísticos del Londres de los años veinte y sus mecenas, que no dejó indiferente a nadie. Como Ezra Pound, D.H.Lawrence, T.S.Eliot y otros, soñaba con una sociedad que reverenciara a sus artistas y le molestaba que se relegara el arte a una mera mercancía. Tampoco profesaba demasiado afecto al diletantismo del grupo de Bloomsbury , los bolcheviques millonarios que controlan las artes, la sobrerrepresentación de feministas y homosexuales en la cultura  o a "los que imitan a los que crean" (los monos de Dios). Su visión del arte y la sociedad eran revolucionarias, en el sentido de que eran bastante contrarias al democratismo burgués. Algunos de los personajes de la novela eran marchantes y financistas judíos, por lo que enseguida se le acusó de antisemitismo. Ya se había convertido en "un esqueleto en el armario de la cultura londinenese".
Acabó de arreglarlo todo cuando al año siguiente y tras una visita a Berlín publica "Hitler", una defensa de algunos aspectos del fascismo frente al comunismo, que ya entonces se percibía como generador de confrontaciones civiles y un instrumento al servicio de los intereses de las altas finanzas. En esa obra  hace un alegato del futuro Führer como un hombre que buscaba la paz por encima de todo, cosa en la que coincidía con otros pensadores de su tiempo. 

Retrato de T.S.Eliot (1938)


Aunque llegó a tener algún contacto con Oswald Mosley y su partido, nunca llegó a  un nivel de compromiso político con el fascismo tan grande como el de Ezra Pound, por ejemplo, ya que W.Lewis siempre sostuvo que el arte no debía someterse ni a las normas de la política ni de la economía.
A pesar de todo ya estaba irremediablemente marcado como un "artista maldito", y aunque años después intentara hacerse perdonar sus opiniones sobre los judíos o el nacional socialismo, no encontró más que dificultades para exponer o publicar, prohibiéndose algunos de sus libros.

"La rendición de Barcelona" (1934-1937)

 
Al estallar la Guerra Civil española publica "La venganza del amor" (1937) una novela trágica sobre los ingenuos compromisos de la izquierda en vísperas de la guerra. También escribe "Count Your Dead: They are Alive!", un texto antibelicista sobre la Guerra Civil y favorable al bando franquista, y "Estallidos y bombardeos", un relato autobiográfico sobre sus vivencias en la Primera Guerra Mundial.
Por aquellas fechas pinta algunos cuadros inspirados en España como "The Armada" o "La rendición de Barcelona", inspirado este último en el asedio sufrido por esta ciudad en 1472 a manos del rey Juan II de Aragón al intentar sofocar una rebelión de la nobleza levantisca. Su primera intención era representar una escena del siglo XV como si hubiera sido transportado allí en un viaje en el tiempo, pero más tarde cambió el título del "asedio" por la "rendición", al producirse la entrada de las tropas de Franco en 1939. Quería dar a entender que lo que estaba ocurriendo entonces ya había ocurrido antes otras veces.
La crítica se mostraba favorable con sus nuevos trabajos pictóricos, pero no lograba vender nada y le empieza a rondar la pobreza. Un sensacional retrato que pintó de T. S. Eliot fue rechazado por la Royal Academy.


Cuando empieza la Segunda Guerra Mundial decide marcharse con su mujer durante unos años a Norteamérica, para "huir de otra orgía de sangre" y buscar sus raíces. Él siente la contienda como una lejana pesadilla expresionista, y las penurias económicas que sufre durante aquella época se reflejan en sus dibujos. También escribe algunos libros en los que satiriza la sociedad norteamericana ("I Presume") y los prejuicios de la sociedad inglesa.  A causa de un tumor su vista sufrió un importante deterioro.
Gracias a las aportaciones de algunos amigos pudo regresar a Londres en 1945, dedicándose cada vez menos a la pintura aunque siguió escribiendo mucho y trabajando como crítico de arte para una serie de la BBC.  En su "America and the  Cosmic Man" (1948) presentó a los USA como un laboratorio de un nuevo orden mundial de anonimato y utilitarismo.  Todavía tiene fuerzas para polemizar contra Jackson Pollock  y lanzar una campaña contra el Expresionismo Abstracto Publicó algunos ensayos sobre Malraux, Camus, Sartre y Orwell y a uno de sus últimos libros le puso el significativo título de "The Demon of Progress in the Art"(1954). Murió en 1957 y T.S.Eliot escribió en su obituario en The Sunday Times: "Un gran intelecto se ha ido".

"The Armada" (1937)


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