"LITTLE BOY" HOY CUMPLE 75 AÑOS
Detalle del "Cristo de la Paz" (1954) de Benito Prieto Coussent |
Tal día como hoy, un lunes 6 de agosto de 1945, tras seis meses de intenso bombardeo de otras 67 ciudades japonesas, fue arrojada sobre Hiroshima la primera bomba atómica, bautizada jocosamente por los que la lanzaron como "Little Boy" . Tres días después le tocaría el turno a su hermana, la bomba "Fat Man", que cayó sobre Nagasaki. El cómputo total de las víctimas civiles que produjo este auténtico crimen de guerra y de lesa humanidad (nunca reconocido por sus autores ni condenado por tribunal alguno) no está del todo claro, aunque ronda los 250.000, entre los que murieron de manera inmediata y los que fallecieron a causa de la radioactividad.
Los "bombardeos estratégicos" de los angloamericanos (una larga tradición que todavía perdura en nuestros días) ya se habían probado anteriormente sobre unos 131 pueblos y ciudades alemanas, que quedaron arrasados durante la guerra, costando en torno a 600.000 vidas de civiles. Los principales responsables de este genocidio, el maestro francmasón de la Logia de Studholme sir Winston Churchill y el mariscal Arthur Harris (el "Carnicero Harris" del que, por cierto, se erigió recientemente una estatua en Londres, lo digo por si los Antifas no lo saben) jamás fueron llevados a juicio por tan horrendos crímenes. Tampoco lo fue el responsable político de los ataques atómicos contra Japón, el presidente useño del Partido Demócrata Harry Truman, 97º Gran Maestre de los masones de Missouri y 33º Soberano y Gran Inspector General y miembro honorario del Consejo Supremo en Washington D.C. Sí, otro "Illuminati", como los que ahora han diseñado la "plandemia" del coronavirus, ni más ni menos .
Hubo otros responsables, militares y civiles como el físico judeoamericano Oppenheimer, director del Proyecto Manhattan, que tenía la intención de realizar el primer ensayo de explosión nuclear, la Prueba Trinity en el desierto de Nuevo México, para que coincidiera con la fiesta judía del Tisha B'av (la que recuerda la destrucción del Templo de Salomón) que en 1945 se celebró entre el 18 y 21 de julio. Finalmente Truman presionó para que se adelantara unos días, coincidiendo con la conferencia de Postdam, porque se trataba de demostrar a Stalin quien era a partir de entonces el país más poderoso del mundo. Por ese motivo se lanzaron las bombas atómicas, no para atacar objetivos militares, ni para evitar la muerte de soldados americanos, ni para finalizar la guerra, ni para ninguna de esas pamplinas.
Y me sigo preguntando:¿Las vidas japonesas importan? ¿Las vidas alemanas le importan a alguien?
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