sábado, 29 de agosto de 2020

 HUMOR AMARILLO: ¿DE QUÉ SE RÍEN LOS CHINOS?

Obra de Yue Minjun

Mientras los occidentales tenemos que creernos que la Plaga Wuhánica se extiende por el resto del planeta causando  estragos y diezmando a  poblaciones enteras, los chinorris están que lo petan. Al contrario de lo que sucede en las arruinadas economías de los países azotados por la peste Ling Ling, el PIB de China ha crecido este año hasta un 11,5% y las expectativas de prosperidad y dicha no pueden ser mejores para los orientales. En Pekín llevan desde mayo sin usar mascarilla y hace una semana que  se levantaron las restricciones sanitarias en todo el país. Allí ya pueden celebrar por todo  lo alto que ellos son los favoritos de la élite globalista, y organizar macroeventos como el festival tecno-pop que el pasado 17 de agosto congregó a miles de jóvenes en Wuhan, donde supuestamente todo empezó, para disfrutar por todo lo alto que, al menos para esos afortunados, la pesadilla terminó.
Las obras del artista Yue Minjun,  representante del actual movimiento del Realismo Cínico Chino , resultan perfectas para ilustrar el estado de ánimo de sus compatriotas, felizmente instalados ya en la Era Post-Covid. Sus diabólicos personajes (autorretratos del propio pintor) se retuercen entre carcajadas demenciales y con el rostro congelado en una mueca sardónica. Así de jubilosos me imagino yo a los asistentes del macrofestival celebrado en el parque acuático Maya Beach Water Park, donde pudieron bailotear a gusto hasta descoyuntarse, y apretujarse al ritmo de la música electrónica, y todo eso a pelo no vean, sin mascarillas ni nada.Otros se echaban a las piscinas a darse el remojón del año todos juntos, sin mantener distancia de seguridad alguna.
 Los chinos ya han  representando su papel en esta comedia y han cumplido con el globalismo,o eso es lo que parece. Me temo que nunca sabremos la verdad, si realmente se escapó un bicho muy dañino del laboratorio de alta seguridad BSL-4 y se llevó por delante a cientos de miles o tal vez millones de chinos, o  si en realidad los datos oficiales de la epidemia en China facilitados por las autoridades comunistas son ciertos, o sea  que a penas ha habido unos 4.600 fallecidos (casi todos disidentes ) en un país de 600 millones de habitantes. Es decir, que al final y por lo menos en el caso de China se trataría, como diría  Jordi Évole,  de una gripecilla vulgar y corriente, pero  la Organización Mundialista y Satánica (OMS) decidió aprovecharla para sembrar el caos y el pánico en  el resto del planeta. Incluso es posible que el virus que dicen que se propagó después en Europa nada tenga que ver con el que se incubó en Wuhan. El caso es que aquí seguimos con la mascarilla y los confinamientos a vueltas, cambiando la histeria climática por la histeria sanitaria, mientras que los simpáticos súbditos de Xi Jinping parece que han dado por finiquitado el asunto. Ellos han ganado esta Tercera Guerra Mundial, y sin haber disparado un solo tiro además.


Obra de Yue Minjun


Otro artista contemporáneo, esta vez  el norteamericano y un poco oscuro y satánico (como lo es el Partido Demócrata americano) Joe Coleman,  nos viene al pelo para comentar la situación de inestabilidad que estamos viviendo en otros países del globo, generada directa o indirectamente por la Plandemia, como por ejemplo en los Estados Unidos. El cuadro "City Medical Patrol", aunque probablemente inspirado en los tiempos del terror al SIDA, se adapta bien a esta nueva psicosis y a la cada vez más prominente "dictadura de las batas blancas". El otro cuadro de más abajo pudiera servir para reflejar los disturbios que están teniendo lugar en varios estados de los USA a cuenta del Black Lives Matter, y que se van sucediendo en paralelo al Coronacuento, y que está siendo  rentabilizado (si no fomentado) por el Partido Demócrata para desgastar la popularidad de Trump. No sabemos muy bien qué papel juega exactamente el tío Donald en toda esta comedia, pero es evidente que los globalistas  buscan por  todos los medios que deje  la presidencia, y están usando toda la artillería de que disponen. Para ello cuentan con la inestimable colaboración del tío György, que unta de dólares a los Antifas y BLM a través del Minnesota Freedom Fund. Estos, tras perder fuelle al demostrarse que la muerte de su mártir Floyd se debió a un empacho de drogas y no al maltrato policial,  se han vuelto a reactivar a consecuencia de un tiroteo en Kenosha, Wisconsin (otro estado gobernado por los malditos Demócratas, adoradores de Moloch).


"City Medical Patrol" (1988) por Joe Coleman

Lo que estos disturbios están poniendo de manifiesto es que los alborotadores nada tienen de pacíficos, como se esfuerzan en presentarlos a diario los medios progres que nos mantienen "informados" e idiotizados. Estos vándalos actúan perfectamente organizados y como un auténtico ejército, por lo que no es de extrañar que la respuesta de la población blanca contra la que están actuando sea igual de contundente. Lo que se está fraguando en los USA es una nueva Guerra Civil de consecuencias todavía imprevisibles, pero seguramente extrapolables también tarde o temprano al continente europeo, sobre todo a su zona occidental. 
Tampoco están resultando muy pacíficos algunos de los inmigrantes que van llegando a nuestras costas en oleadas sucesivas, ya sea en patera, saltando la valla de Melilla o por otros medios. Estos no tienen problemas para circular con toda libertad por Expaña, aunque den positivo en los test PCR.  Cabe esperar que en breve asistamos a batallas campales parecidas a las de Minnesota o Wisconsin en nuestro propio país, de hecho en nuestra vecina Francia ya empiezan a estar acostumbrados a que de vez en cuando los inmigrantes de segunda generación les monten un festival multicultural, incendiando coches y destrozando el mobiliario urbano (y quemando alguna que otra catedral ). 


"Escena Apocalíptica" por Joe Coleman

Además en Europa tenemos artistas como el gran Banksy, amantes de las nobles causas y dispuestos a financiar si hace falta la llegada masiva de pateras para hacer realidad aquella distopía que imaginó Jean Raspail en "El Desembarco" allá por 1973. Esta Europa, laboratorio del NOM y al servicio del proyecto mundialista del Club Bilderberg y en la que un sujeto como Soros controla el Tribunal Europeo de los Derechos Humanos, está rendida de pies a cabeza ante la amenaza fantasma del Covid. Todos los países parece que van a seguir la estela trazada por los gobiernos de Italia y España, principales abanderados de la causa sorosiana-gatesiana, y van a empezar a obligar al uso de mascarillas a sus ciudadanos y a confinarlos como al ganado.Sólo en países  donde existe un gobierno decente como en Bielorrusia o un cierto grado de contestación social, como en Serbia o Alemania, se está oponiendo alguna resistencia al avance de los planes que nos llevarán a muy corto plazo a la vacunación masiva y obligatoria. Después ya todo será Matrix sin remedio.




De momento el régimen de Pedro y Pablo ya ha decretado la caza del disidente, ahora llamado "negacionista". En esto, como en la implantación de una censura brutal en las redes sociales están resultando buenos aprendices del PCCh. Y hasta han conseguido que peperos, peneuvistas, los voxistas, los de Together for Catalunya, etc (todos ellos dispuestos, sin duda, a hacer méritos ante el tío György) se muestren sumisos en esta dictadura y acaten sus medidas de control, o incluso las superen en sus  respectivos reinos de taifas autonómicos. Aquí también adelantamos  que es una barbaridad, y cualquier día podremos reírnos a mandíbula batiente como los chinos o bajo la bota china. ¿Chi lo sa?





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