jueves, 22 de febrero de 2018

"DEMASIADO ATREVIDO PARA HOY..." 


 Con perplejidad comprobamos como cada día se censura y se prohibe más en las "sociedades abiertas", sobre todo en materia de expresión y en materia de Arte. Antes se decía que esto no podía suceder en las democracias "avanzadas", que esto sólo pasaba en las dictaduras comunistas, en los regímenes totalitarios, islámistas o en la Rusia de Putin; pero he aquí que en los Estados Unidos, y no digamos en nuestra mojigata Unión Europea, se cancelan exposiciones o se censura a los artistas por los motivos más peregrinos. Sin ir más lejos, aquí en España parece que ha entrado con todo su vigor la famosa Ley Mordaza del PP, que la ha emprendido ya con los cantantes raperos y con la Feria de Arco, como aperitivo para lo que venga. Dejamos este tema para otra entrada, porque hay mucha tela que cortar,  y aquí vamos a centrarnos en otro asunto, que tiene que ver con la manía que les ha entrado  ahora de meterse con el arte del pasado. Primero Balthus, luego los prerrafaelistas, ahora le toca el turno al Modernismo vienés y a Egon Schielle...
Esta arremetida contra el arte erótico, que aparentemente podría responder a una nueva ola de puritanismo, tiene como sus principales promotoras a esas feministas y feministos de cuarta generación que ahora manejan los hilos de la política en muchos países progres. 
Con motivo del centenario de la Sezession vienesa, el Museo Leopold va a festejar el Modernismo con una gran exposición en la que los desnudos de Egon Schielle (discípulo aventajado de Gustav Klimt) tendrán un interés especial al aparecer en los carteles que la van a anunciar. Pero la campaña europea para este evento se ha topado con el veto del Reino Unido y de Alemania, que consideran "pornográfica" la obra de este artista austríaco.
No cabe duda que los dibujos de Schielle fueron atrevidos para su época, como lo fueron también los trabajos de Otto Dix, entre otros, pero nadie debería de dudar a estas alturas de la calidad de esos dos genios de la pintura.
La Oficina de Turismo de Viena se ha tomado con humor el asunto, y seguirá adelante con la campaña de Schielle, tapando las partes pudibundas de los desnudos con el siguiente rótulo: "Lo sentimos, tiene 100 años pero es demasiado atrevido para hoy".
Demasiado atrevido para estos tiempos de mojigatería y de corrección política, sí señor.

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