martes, 2 de abril de 2024

¡¡¡MÁS MADERA... ES LA GUERRAAAAA!!!

LA ECOANSIEDAD DEL SOCIALISTA DON ABEL NO CONOCE LÍMITES


El "ecologismo", desde que la izquierda sistemática se lo patrimonializó in illo tempore, se ha ido convirtiendo en un pudridero que está al servicio de unos intereses que son justo lo contrario de lo que esta ideología dice defender. Pensemos en la estafa de la calentología, a la que se aferran ahora los oligarcas de la Agenda 2030 y de la infame UE para medir nuestra "huella de carbono" y a partir de ahí ir recortando nuestros derechos y nuestra calidad de vida, y además pretendiendo contar con nuestro beneplácito. El decrecimiento y el reseteo se van a realizar, si no ponemos cuanto antes coto a estos planes eugenésicos, a costa de la gente común, la clase media, que en algunos lugares del mundo como en Europa habían alcanzado hasta hace unos años un cierto nivel de vida, y que se va a ver cada vez más pauperizada y oprimida, tal y como reza el lema: "no tendrás nada y serás feliz". Pero resulta obvio que los privilegiados de este sistema corrupto, los políticos y los que los financian entre otros, no piensan sufrir estas estrecheces.

A cuenta de ese "ecologismo" tan conveniente a los propósitos del turbocapitalismo moderno, el "capitalismo verde", estamos asistiendo a la  devastación del campo y a la destrucción del ancestral modo de vida agrario, a manos de politiquillos que jamás han tenido un contacto auténtico con la tierra y que no tienen ni pajarera idea de dónde salen las lechugas que consumen en sus dietas veganas. Y vemos como se sustituye ese mundo campesino de toda la vida por otro más "ecosostenible", mediante la instalación  de estructuras por doquier al servicio de las "nuevas energías renovables" como esos horrendos aerogeneradores eólicos, las placas solares y otros engendros del demonio, un negocio muy lucrativo para algunos y que requiere de la deforestación de amplios territorios antes asaz verdes y frondosos. 

Ese "ecologismo" que promueve que nos electrifiquemos todos por el bien del planeta, y que apenas pone objeciones a un tipo de energía que se sabe que nada tiene de limpia, que requiere de la energía fósil y de los metales raros, y de baterías difícilmente reciclables. El "capitalismo verde" consiste en pagar con dinero público el reciclaje de esas grandes empresas que tanto han contaminado y contaminan, al igual que se rescató en su día a los bancos que causaron la crisis económica. Y la izquierda sistémica aplaude con las orejas estas medidas canallescas.

Un ejemplo de ese ecologismo progresista e izquierdoso que pretende encerrarnos en ciudades de quince minutos y que viajemos en patinete eléctrico (porque el coche y el avión serán sólo para los ricos) lo estamos viendo estos días en la city of Vigo, en el que se asiste a una curiosa pugna entre el consistorio municipal, dirigido por Don Abel el Titiritero , muy comprometido él en la lucha contra el  cambio climático, y la oposición del BNG y  de "Amigas (sic) de los árboles", que lo acusan de arboricidio. Y eso que el tal alcalde es un reconocido defensor de las "energías limpias y renovables" y llegó a asistir a la Cumbre Mundial del Clima en el 2019 para presentar el modelo ecológico de "su" ciudad. 

 Este es un tema viejo, que se viene denunciando  desde el 2011, al apreciarse la progresiva desaparición de las zonas verdes de la ciudad y como  el  personal municipal de Parques y Jardines se dedican a la tala indiscriminada de árboles históricos y de gran porte, por los motivos más peregrinos. Parece ser que unos 12.500 ejemplares han sido exterminados en la última década, siendo muchos de ellos especies protegidas, como robles, castaños , cedros y tilos. Se aducen una vez más motivos de "seguridad" para las nuevas talas, sin que ningún biólogo municipal haya dado ninguna explicación convincente al respecto. Pero gente que sabe de la materia afirma que la forma salvaje de podar los árboles que tienen los empleados municipales contribuye no poco a que estas especies enfermen, se acaben pudriendo y "tengan que ser sustituidas". Nada nos impide sospechar que exista un malicioso plan, un malvado Plan E, detrás de esta forma de proceder del avieso alcalde. 

Ahora, que igual de siniestros son los ecologetas, femicharos y animalistas que despotrican contra el preboste arboricida, porque en el fondo comporten la misma cosmovisión del tema, ya que se adhieren sin ambages a los principios de la Agenda 2030. Al menos, que yo sepa, esa es la postura del Bloque Nacionalista Galego, el cual votó por la Ley del Cambio Climático del 2017, esa misma que pretendía reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y favorecer la transición ecológica, sembrando de torres eólicas nuestros montes.


Viñeta de Uderzo para "La residencia de los dioses"


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