LAS IMPRUDENTES PLEGARIAS DE POMBO EL IDÓLATRA
Aparte de la mitología y el folklore celta, el exotismo oriental es otra de las fuentes de inspiración para Lord Dunsany, que es conocido sobre todo por la serie de relatos cortos que escribió entre 1905 y 1916, justo en la época en que los intelectuales británicos se sentían atraidos por la cultura y el arte de la India y los países islámicos. En este cuento en particular, como en otros del mismo autor, predomina el tono humorístico aunque el toque final (el encuentro del infortunado protagonista con Duth, el idolillo de mala reputación) resulte un poco inquietante.Mi primer encuentro con la prosa de Lord Dunsany se produjo siendo un quinceañero, cuando leí su increíble relato Días de Ocio en el País del Yann, traducido al español magistralmente por Padraic Colum en 1924 para la Revista de Occidente (y que mereció los elogios del mismísimo Ortega y Gasset). Yo conocí la reedición de este cuento en el volumen de Los Mitos de Cthulhu, que publicara en sus buenos tiempos Alianza Editorial, antes de que se la cargara Víctor Freixanes y cayera en manos del grupo Kanaya. Más tarde pude leer el libro Cuentos de un soñador, también publicado por Alianza, y los dos tomos Los Dioses del Tiempo y En los Confines del Mundo, que la malograda editorial Siruela nos regaló (algún día habrá que hablar largo y tendido del maltratado panorama editorial que estamos padeciendo en los últimos años en España). Vale la pena que recordemos de paso que buena parte de la obra de Dunsany continúa estando inédita en castellano.
Todas las ilustraciones que aparecen en esta entrada son creaciones de Ignacio Ruiz Moreno. El autor permite su reproducción, siempre que se indique su procedencia
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