Hablar de David Dees es hablar de uno de los más importantes artistas políticos de nuestro tiempo, un digno sucesor de George Grosz y Heartfield, los maestros del fotomontaje de los años 30 . Nadie como él supo utilizar la herramienta del Photoshop para crear imágenes impactantes, que han dado la vuelta al mundo gracias a Internet, y ante las que nadie permanece indiferente.
Todas ellas expresan el absurdo del mundo en el que vivimos y algunas tienen la virtud de mover a la reflexión, tras haberlas explorado a conciencia en busca de su intrincado significado. Otras son muy brutales, claras y directas, y han molestado muchísimo a los biempensantes de la corrección política americana, que lo han tachado con frecuencia a él de esquizofrénico, conspiranoico y antisemita, con el propósito de desprestigiar su trabajo y silenciarle para siempre.
Aunque acaba de morir a los 62 años en extrañas circunstancias (la versión oficial es que se negó a seguir un tratamiento contra el cáncer) nos queda su abundante obra gráfica, que en muchas ocasiones se nos antoja una profecía siniestra de eso que han llamado "la nueva normalidad".
Invito a todo el mundo a buscar sus trabajos y a descargarlos de Internet antes de que la censura neoinquisitorial, que actúa de una forma cada vez más descarada e intolerante, empiece a borrarlas del mapa.
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