domingo, 5 de diciembre de 2021


 BOICOTEANDO, QUE ES GERUNDIO

Resulta sorprendente y hasta enternecedor que, tras sesenta años de castrismo, los progres del arte contemporáneo se hayan enterado recientemente de que Cuba es una dictadura donde se respetan muy poco los "derechos humanos" (¿pero en dónde se respetan, en estos tiempos covidicios?) y haya habido tantos de ellos dispuestos a boicotear la XIV Bienal de La Habana  que, a pesar de todo,  está a punto de finalizar su primera fase el día 5 del presente mes de diciembre. Su actitud recuerda al falso pudor  adoptado por alguna experimentada ramera,  haciéndose la estrecha para cazar a algún cliente papanatas.

No voy a dudar de la honestidad de algunos artistas cubanos que sí han secundado el llamamiento, como es el caso del pintor Tomás Sánchez (excelente paisajista, recomiendo ver su obra en Internet) o del Banksy del Caribe, Hamlet Lavastida, quien por protestar el 27 de noviembre del año pasado delante de las puertas del Ministerio de Cultura por el hostigamiento contra los artistas disidentes, ha acabado con sus huesos en una mazmorra durante tres meses. Ellos sabrán mejor que nadie cuál es la situación real que se vive en su isla, bastante olvidada por unos y por otros desde que el foco de la actualidad mediática ha preferido migrar a otras regiones del globo terráqueo.

 Pero no me cabe la menor duda  de que la actitud de otras vacas sagradas, como la satanista Marina Abramovic, su discípula performancera y caníbal Tania Bruguera, la franco-gabonesa Nathalie Mba Bikoro, y otras "estrellas" internacionales  responde a turbios intereses que buscan (ahora, precisamente) desprestigiar al régimen de Díaz-Canel, mediante una estrategia de acoso y derribo, al más puro estilo de las "primaveras árabes".

 ¿Tendrá algo que ver este cambio de actitud con la testarudez del régimen cubano, que se empeña en seguir adelante con su propio programa de vacunación anti-Covid, al margen del fondo covax y de los intereses de la Big Pharma? No sé si las inyecciones de Abdala o de Soberana son en realidad efectivas contra un supuesto virus que todavía no se ha aislado, purificado ni secuenciado. Pero estoy por apostar que no lo son menos que las ARN-m de Pfizer o Moderna, que no han logrado que los vacunados dejen de contagiar y probablemente se están cargando a un alto número de inoculados. Lo más probable es que las vacunas cubanas sean un placebo, al estilo de la Sputnik-V rusa o  vitaminas, de las que está muy necesitada la depauperada población de la isla, y que por lo menos carecen de esos nauseabundos ingredientes que tienen las  terapias génicas que han sido "aprobadas internacionalmente".

 Lo que de veras les exaspera a los magnates de la Big Pharma es que, gracias a los cubanos, puedan escapar al pinchazo del ARN-m millones de venezolanos, vietnamitas, nicaragüenses... Y cuando alguien intenta contrariar sus intereses, ya sabemos como se las gasta esta gentuza de la Farmafia que controla medios de comunicación y gobiernos : recordemos como han acabado el presidente John Magufuli, el químico Andreas Noack, y tantos otros disidentes. 

No obstante, nunca les faltarán palmeros entre los artistas, actores, "periodistas" y demás fauna progre, que antes como Willy Tolerdo cantaban las excelencias del castrismo, mientras se paseaban por Varadero para tirarse a alguna prostituta menor de edad, y que ahora, si sus amos globalistas se lo ordenan, son capaces de hacerle la guerra a Díaz-Canel, a cambio de treinta denarios de plata y  de una palmadita en la espalda. 

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