PLANDEMÓNIUM (1)
A veces me da por pensar que la cosa va a tener muy difícil arreglo. Porque veo que los abueletes (e incluyo en esta categoría a muchos que no han cumplido aún los sesenta) están en su mayoría desmoralizados. Muchos se dejan llevar por lo que les dicen los medios a los que son más afines, sin percatarse de que todos están comprados por los mismos. Y los más mayores están casi todos ellos abducidos por la tele, escuchando todo el santo día a Belén Esteban, Susana Griso, Jorge Javier Vázquez y demás popes de la mafia mediática.
Luego están los más jóvenes, los hijos de la LOGSE y de la LOMCE, la generación más preparada de la historia. ¿Qué podemos esperar de estos (salvo excepciones) pobres desgraciados? Si confiamos en que los millennials algún día van a espabilar y se van a dar cuenta del triste destino que el sistema les tiene reservado, nos pueden dar las uvas. Mientras dispongan de Wi-Fi, videojuegos y series de Netflix, el resto les importa una higa y tragarán con lo que sea. Muchos van por la calle con el bozal, víctimas del síndrome de Michael Jackson. Se vacunarán si mañana les prometen (falsamente) que podrán volver a la vida normal y a los botellones.
Y quedamos nosotros, la generación intermedia, los viejos carrozas que nos tocó "disfrutar de la movida", los rockers y punkarras de los 80´s. Gente con redaños que, sin duda, dará un paso al frente en la hora más decisiva. Qué prometedor se presenta todo, ¿verdad? No, si los de la plandemia lo tienen todo muy bien pensado, sobre todo en lo que respecta a nuestro país.
¿Dónde está aquella izquierda antisistema e indignada que no hace tanto tiempo tomaba las calles en el 15 M? No se les ve ni se les espera...
Tal vez la única vía que nos queda sea volver a los orígenes fancineros, cuando dibujábamos historietas clandestinas y underground, lanzarse una vez más a la batalla de las viñetas, con el sano propósito de ser lo más corrosivo posible, de provocar algunas úlceras y no dar tregua ni descanso a esta gentuza que está llevando al mundo al desastre.
Inicio hoy esta nueva serie dedicada a todos los que sufrimos (conscientemente) el mayor y más miserable fraude jamás conocido. Pongamos a prueba la tan cacareada libertad de expresión de nuestras "democracias". Y veremos si nos dejan continuar contando esta historia, que es la historia de nuestro presente en marcha.
CONTINUARÁ...
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