jueves, 24 de enero de 2019

EL ARTÍSTICO NEGOCIO DE LA BLASFEMIA

 
"Cristo con la Cruz a cuestas" de Hyeronimus Bosch

De vez en cuando no hay más remedio que sumergirse en el légamo más ponzoñoso, sobre todo cuando se habla de arte contemporáneo. Aunque desde luego sin pasarse de rosca porque, como decía el otro, el que se fija mucho en el abismo acaba siendo atrapado por él... Pero es que a veces,  noticias como las que nos referiremos a continuación resultan muy reveladoras.

Recuerdo que en una entrada antigua hablé de cierta polvareda que había ocasionado en la Feria de  ARCO de 2010 la exposición de una obra más de las que allí se suelen exhibir con el único propósito de escandalizar. En ese caso se trataba de una en la que Eugenio Merino arremetía contra el judaísmo, en la que aparecía una  metralleta UZI rematada con la menorá. En aquella ocasión hubo protestas  inmediatas (a penas dos horas después de inaugurada la feria) y palabras mayores, que incluían un comunicado de la Embajada israelí en España, que se expresaba en estos términos:  "El conjunto de las obras de Eugenio Merino expuestas en ARCO incluyen elementos ofensivos para judíos, israelíes y, seguramente, para otros. Valores como la libertad de expresión o la libertad artística sirven en ocasiones de simple disfraz de prejuicios, de estereotipos o de la mera provocación por la provocación. Un mensaje ofensivo no deja de ser hiriente por pretender ser una obra artística".

En la misma entrada yo mismo expresaba mi parecer, y decía que estaba totalmente de acuerdo con la indignación de los que así se sentían ofendidos en sus sentimientos religiosos; pero que al mismo tiempo no estaría mal que se aplicara la misma tabla de medir cuando son otras creencias las ofendidas, en particular  cuando los ofensores son judíos o estúpidos goyim que gozan del patrocinio de organizaciones sionistas o del Estado de Israel.

 En este comienzo de 2019 en la ciudad de Haifa, al noroeste de los territorios ocupados por Israel, se han vivido jornadas de tensión  provocadas por unas obras de "arte contemporáneo" expuestas en el Museo de la localidad, con el apoyo de la alcaldesa Einat Kalisch-Rotem. El proyecto "Sacred Goods" (Bienes sagrados) del finlandés Jani Leinonen incluía una Barbie Virgen María, un muñeco Ken con la apariencia de Cristo y la pieza que más ha suscitado la repulsa de la minoría cristiana que habita en la región, el "Mc Jesus", un Cristo crucificado con el aspecto del payaso Ronald de los Mc Donalds. Desde agosto del año pasado que se inauguró la muestra se han sucedido las peticiones para que esa obra sacrílega fuera retirada, pero el director del Haifa Museum, Nissim Tal y las autoridades municipales de las que depende esa entidad hicieron oídos sordos a los requerimientos de las iglesias locales (el Vaticano y el papa Francisco, como viene siendo habitual, no han dicho ni pío del asunto) Luego vinieron las manifestaciones cada vez más subidas de tono. Tres policías resultaron heridos durante un altercado por lanzamiento de piedras.
El propio "artista", ante el temor de que la cosa se le fuera de las manos y acabara costando la vida de alguien, pidió en septiembre pasado al museo que retirara su "escultura", pero su petición fue rechazada aduciendo un acuerdo entre los galeristas para los que trabaja el tal Leinonen y el museo. Así que el autor llegó a afirmar que se estaba utilizando su obra en contra su voluntad, con el propósito de "caldear el ambiente". Declaraciones que coinciden con las de Wadie Abou Nasar, portavoz de las iglesias en los territorios ocupados, sobre el uso malintencionado y  manipulador  que hace con frecuencia Israel de esta clase de exposiciones "de arte".


El polémico "Mc Jesus" exhibido en Israel

 Ahora, en este mes de enero y tras haberse interpuesto una demanda ante la justicia de Haifa, la pieza ha sido por fin retirada. Aunque supongo que al tratarse de una exposición temporal ya le tocaba... ¡No está nada mal permanecer seis meses en cartel!

 Esta clase de "arte contemporáneo" que se nutre del escándalo religioso, particularmente anticristiano, es muy recurrente (y facilón,además) y no resulta difícil descubrir como es amparado y promocionado por instituciones o particulares vinculados al poder jázaro. Ya en 1987 empezó a circular por medio mundo la famosa fotografía del neoyorkino (del Museo de Brooklyn) Andrés Serrano titulada "Piss Christ", en la que se nos mostraba un crucifijo de plástico envuelto por un halo luminoso y  dorado, logrado en realidad  tras sumergirlo en un recipiente con la orina del "artista".

El malestar de los cristianos que viven en Israel es comprensible, sobre todo si se recuerdan las  tropelías y matanzas sufridas no hace mucho por otros cristianos en la vecina Siria, perpetradas con todo lujo de sadismo por parte de yihadistas que no tuvieron (oh, qué casualidad) las mismas "atenciones" y delicadezas con los judíos que vivían en aquel país, y que fueron evacuados sin mayor problema. Incluso cabe recordar que los del Estado Islámico se disculparon ante las autoridades sionistas por haber atacado por error un objetivo israelí, el único durante los años de su existencia. Descabezar cristianos y cristianas les sale bastante barato a los matarifes del Islam, que hasta se vienen de turismo por Europa a practicar este deporte. Y pisotear sus símbolos religiosos (los de los cristianos) tampoco supone ningún problema, ya estamos viendo como lo hacen constantemente en sus carteles las asociaciones LGTB y hasta las "autoridades podemitas" de nuestro país por casi cualquier motivo: Semana Santa, Reyes Magos, Carnaval...

De sobra es conocida la asquerosa afición de aquellos que exigen para sí  la máxima tolerancia y respeto, esgrimiendo cuando les conviene el espantapájaros de los "delitos de odio", de defecarse literalmente en los sentimientos religiosos del prójimo. El Talmud está lleno de comentarios jocosos de los rabinos al respecto de la Virgen María o de las relaciones íntimas de Jesús con su asno. Pero peores son algunos "cabalistas cristianos", como el demente conde de Zinzendorf del siglo XVIII , líder husita y seguidor del falso mesías Sabbatai Zevi (que reculó de us pretensiones mesiánicas tras fracasar en su intentona de derrocamiento del sultán otomano Mehmet IV) el cual tenía experiencias místicas, de creer al autor de "El ocultismo en la política" el polifacético rockero y experto en "ocultura" Gary Lachman (otro pájaro de cuenta) meditando sobre los órganos sexuales de Cristo, al que identificaba con el andrógino o el hombre cósmico Adam Kaamon; o visualizando el agujero de su costado como una vagina y la lanza de Longino como un falo...Puro precursor, por tanto, de las chifladuras sadomasoquistas de Freud.
Porque, a la postre, no hay nada más enfermizo que los papanatas (algunos de ellos sentados en la silla de San Pedro) que pretenden tender puentes de plata a los enemigos declarados.

Cristianos armenios ejecutados por los turcos


A los que siempre sacan a relucir el dichoso Holocausto nazi, habría que recordarles que hace aproximadamente un siglo se produjo el primer gran genocidio moderno, y que sus víctimas fueron los cristianos armenios. Entre 1915 y 1922 los "jóvenes turcos", que querían imponer en su país un estado laico de inspiración masónica, llevaron a cabo la matanza de más de un millón de cristianos, organizada en su mayor parte por los judíos masones de la Logia de Tesalónica,de la que era Gran Maestro el Visir Talaat Bey. Su continuador, Mustafá Kemal Atatürk continuó la obra de sus precursores, asesinando a otros 150.000 refugiados armenios en Cilicia.
No fue el único genocidio de cristianos en el siglo XX en el que anduvieron involucrados los hijos de Israel o los de la viuda. Recuérdese que uno de los factores que aseguraron el éxito de la revolución bolchevique de 1917 fue la colaboración entusiasta de los B'nai Brith (Hijos de la Alianza) organización masónica exclusivamente sólo para judíos, que hoy en día controla Hollywood y los medios de comunicación, y que de aquella contaba con unas 40 logias en la Madre Rusia. Los otros factores fueron el apoyo del poder político (del hermano Mandell House) y económico norteamericano (el banquero Jacob Schiff) y de la organización pantalla de la masonería británica La Tabla Redonda (Lord Rostchild, que sacó una buena tajada de la ayuda prestada apoderándose del petróleo del Cáucaso).
Otros episodios donde la mano negra de la masonería se aplicó a fondo en su cruzada anticristiana fueron la "guerra cristera" que llevó a cabo el embrión del PRI en México entre 1926 y 1929, y el exterminio de católicos perpetrado por el Frente Popular durante la Guerra Civil española.

Un servidor no destaca precisamente por su acérrimo catolicismo. Hay cosas de la Iglesia, tanto de la  progre como de la "conservadora" que me causan espanto, y el comportamiento nauseabundo de algunos sacerdotes y miembros de la jerarquía, que los ha tolerado durante largo tiempo, pienso que tal vez acaben por provocar su ruina definitiva. Pero no puedo dejar de tener un vínculo espiritual con el cristianismo, cuyo influjo en la cultura y el arte europeos de los últimos dos mil años ha sido considerable. Y cuando pienso en las matanzas de cristianos pasadas y presentes (las cuales han sido ignoradas durante mucho tiempo por el Vaticano, por cierto, para no buscarse complicaciones) y veo las fotos de los armenios crucificados en Turquía por su fe, y veo la basura esa del cristo-payaso promocionado por una institución israelí es que, sinceramente, se me revuelven las tripas...
De "delitos de odio" saben esos un rato largo, son todos odiadores profesionales.


Como no quisieramos acabar con una sobredosis de hiel, vamos a añadir como colofón un numerito musical de la ópera-rock de 1973 Jesus Christ Superstar; para que se vea que también tenemos una mente abierta y "progresista".
Es esa célebre escena en que un pomposo, burlón y más que ambiguo rey Herodes  nos muestra sus dotes para el canto y los gorgoritos. Y que termina con un arranque de furia como la que podría tener cualquier niño mimado al que se no se le dan los caprichos que pide...



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