El blog de Dagga Ramba

VIGÓPOLIS: EL CENTRO URBANO ESTÁ HECHO UN VERDADERO ASCO

No vamos a negar que el actual edil de Vigo haya hecho mucho por mejorar la imagen de la ciudad, haciendo que decoren las medianeras, colocando escaleras mecánicas que conducen al concello, etc.; pero no es suficiente. La cosa no está como para lanzar cohetes y sentirse tan ufano, ni mucho menos. Un paseo un domingo por la mañana por  pleno centro de Vigo, desde la calle de los Irmandiños, pasando por Churruca, hasta desembocar en Santiago de Vigo, nos puede dar una idea cabal de que hay una amplia zona desatendida por las autoridades municipales, las de ahora y las que las precedieron. Algunos rincones parecen una postal de Ranipet, Agbogbloshie o de que cualquier otro sucio arrabal del tercer mundo ¿Por qué se da esta situación tan degradante en estas zonas, que permanecen intocables, mientras se invierte en la mejora de otras? ¿no debería de ser prioritario cuidar más el centro, lugar de paso obligado de todos los visitantes que llegan a la ciudad?

 

Veduta de la calle Churruca

  Una respuesta nos la podría dar el hecho de que en esa zona se concentra una gran cantidad de locales de "ocio nocturno", supervivientes de la época de la Movida, en la que tanto hermanamiento hubo entre los munícipes socialistas y la mafia de la noche... Mafia que hoy día se ha desplazado preferentemente a la zona "pija" de la calle Arenal, pero que todavía  mantiene a flote estos locales más marginales, para un público alternativo y con tendencias macarras. ¿Cuándo tendremos por fin políticos y alcaldes, con el fuste suficiente, y con los suficientes bemoles, para plantarle cara a la Mafia de la Noche, que lleva actuando impunemente desde hace más de treinta años en nuestro país? ¿Por qué hay tantos miramientos con esos mamarrachos que han promovido hábitos de vida malsanos entre la gente joven (alcoholismo, adicciones varias, música degenerada, insomnio, etc, etc) y son una permanente molestia para los vecinos, que se ven obligados a cambiar de vivienda ante el insoportable ruido y los altercados nocturnos, amén de los destrozos, micciones y vomitonas en la vía pública y grafitis habituales?

Idílico rincón de Rogelio Abalde

No quiero pensar que esta mafia, que mueve mucho dinero, tenga comprados también a nuestros políticos. Que ya sabemos que los corruptos son una minoría, blabla y todo eso. Pero lo que sí parece cierto es que las autoridades españolas, en general, tienen mucho miedo a incomodar a esa juventud macarrilla y marihuanera, por puro cálculo electoralista y para no dar una imagen carca de las instituciones. Aunque luego se les dispare el tiro por la culata, y les salgan antisistemas o voten, si es que votan, a las Mareas. No se puede estar dando la coba desde la alcaldía a los macarras, a base de organizar conciertos para ellos y "marisquiños" todos los veranos, y esperar luego que se comporten cívicamente.

Espectacular fachada en la rúa Irmandiños

La última gañanada protagonizada por el angelito que destrozó la exposición de retratos fotográficos de la calle del Príncipe (casi durante el último marisquiño) es otro botón de muestra del que, por desgracia para la ciudad, se enteró media España por los informativos. El preboste del municipio se empeña en convencernos de que el vandalismo en la ciudad es un hecho aislado. Pero son cientos de hechos aislados; vale la pena recordar lo que ha pasado tantas veces con la escultura de Manuel Castro de Jandro, con el ascensor de Camelias inutilizado con piedras, o los dinosaurios mutilados de la explanada del Náutico.

Panorámica de la calle Cervantes

El día en que don Abel se decida a intervenir, empleando si hace falta a las fuerzas del orden público, para combatir a la "mafia de la noche", y clausurando si es necesario aquellos locales que incumplan las más elementales normas básicas de higiene y convivencia, habrá dado un gran paso adelante. Sería una forma genial de coronar una excelente gestión al frente de la alcaldía de Vigo, y que nosotros aplaudiríamos, porque se habría ganado del todo nuestro respeto.

Bella escalinata próxima a Santiago de Vigo