lunes, 12 de septiembre de 2016

LOS TEBEOS DE LA CRISIS

Vivimos en una era de "realidad aumentada", o tal vez sería más exacto decir que de realidad impostada, tergiversada y fotoshopeada al estilo Matrix, en la que nuestros políticos gustan mucho de invocar la Memoria Histórica, tuneada previamente a su conveniencia, mientras que se vuelven por lo general amnésicos ante los sucesos más recientes, en los que ellos andan implicados... Hoy vamos a aplicar la lupa al momento histórico que tenemos más inmediato, el de la famosa crisis económica que empezó en nuestro país en algún momento entre 2007 - 2008 y que, aunque oficialmente se considere superada  desde 2014 (?) sus consecuencias todavía las seguiremos pagando durante largo tiempo en los años venideros.
 ¿Hay ahora suficiente PERSPECTIVA para abordar este tema con la objetividad necesaria? ¿Cómo se ha reflejado esta situación en la "cultura popular" de nuestro país, en el cine y en los cómics, por poner dos ejemplos? Del cine actual, no merece la pena hablar mucho, pues es sabido que es un medio de lo más apesebrado y dependiente de las subvenciones que le suministran sus amos. Una película como "Surcos", que retrataba con crudeza el tema del éxodo rural en el temprano franquismo,  hoy sería inconcebible. Aun así hay algunos títulos encomiables como "La Isla Mínima", uno de las pocos filmes críticos sobre la corrupción aunque se refiera elípticamente a acontecimientos que sucedieron hace más de treinta años. "La vida de nadie" también es una película interesante, por el retrato psicológico que aporta del mentiroso compulsivo, un tipo humano que por desgracia se hizo notar muchísimo en esos años de la crisis y en los inmediatamente anteriores (los de las "vacas gordas") sobre todo en los ambientes bancarios. Pero quitando este par de brillantes ejemplos, la verdad es que la producción cinematográfica a nivel nacional que se ha ocupado algo del tema ha sido más bien paupérrima. 
¿Y qué pasa con los cómics? Se supone que sus autores tienen más libertad para dar rienda suelta  a su rabia o a su mordacidad para criticar y diseccionar, sin tantas trabas, la realidad y las injusticias del presente. Pero, ¿es así en realidad?







Dejando a un lado la contribución de un Miguel Brieva o las viñetas de El Roto, que abordan estos asuntos haciendo un uso contundente del humor negro o satírico y desde un posicionamiento ideológico tirando a marxista que ha creado escuela,  no son muchos los autores de "novelas gráficas" más o menos serias que se hayan atrevido a adentrarse en la realidad social de nuestro país. No se puede decir que en España la crisis haya servido de acicate para una explosión creativa comparable a  la que hubo en los USA en los años 40 y 50, con el cine y la novela negra o los cómics de The Spirit... Aquí se ha seguido, incluso hasta en esto, copiando los modelos americanos de referencia, tanto en literatura, como en cine, como en los cómics (ahora se imita mucho a Frank Miller y tal).

 Luego está la sempiterna chispa hispánica, que se esfuerza por sacarle el lado gracioso a cosas que en principio no tienen ninguna gracia. Piensése en el caso del semanario El Jueves, bastión de un humorismo progre, algo trasnochado ya, y de dudoso gusto, que pretende ser anarca y transgresor, cuando es más bien políticamente correcto (a pesar de la estudiada zafiedad de algunas de sus portadas, que han servido para remontar las ventas). En general, es un tipo de publicaciones que se dirige a un sector de publico muy determinado, concretamente el underground y perrofláutico, muy poco exigente y también bastante previsible. En España el humor siempre ha reflejado de alguna forma la sociedad del momento; piénsese por ejemplo en el entrañable Carpanta, que encarnaba la España de la posguerra, marcada por la escasez y por el hambre de una forma mucho más atroz que en la reciente crisis (sin querer quitarle hierro a esta última). Probablemente Carpanta, el Botones Sacarino o Pepe Gotera y Otilio eran, a su manera, mucho maś vitriólicos y corrosivos en su crítica social que los personajes de la revista El Jueves y similares, y desde luego gozaban de mucha más popularidad entre el público lector.





Voy a continuación a citar algunos títulos destacados de la "novela gráfica" que dentro del panorama español de los últimos años han tocado temas relacionados con la crisis, momentos significativos de la misma o agentes que la han protagonizado. No los he seleccionado por su gran calidad artística en algunos casos, pero sí considero que todos ellos tienen al menos un valor testimonial para este momento tan convulso de nuestra historia que nos ha tocado vivir... Por cierto, vaya por delante que para leerlos me he servido del servicio de préstamo de las bibliotecas públicas, porque no está la economía de un servidor como para sufragar su adquisición en librerías especializadas, con los precios que tienen hoy en día los libros de cómic en el mercado.



LOS ANTECEDENTES: 30 AÑOS DE CORRUPCIÓN
"Intachable", de Víctor Santos (2012)




Remontarse a los orígenes de la crisis nos llevaría a hablar de un modelo político implantado en España desde la Constitución de 1976, que favorece el bipartidismo imperfecto (apoyándose en otros partidos bisagra, como los nacionalistas en el caso de la España de las Autonomías) y tras la incorporación en la UE, de un modelo económico desindusatrializado, basado en la burbuja del ladrillo, el turismo y el crédito fiduciario. Esto fue favorecido por la inyección de fondos para el desarrollo por parte de la UE,  que se perdieron en los bolsillos de los listos de este país (gobiernos autonómicos, sobre todo) en lugar de servir para fortalecer nuestra economía y crear empleo y riqueza. Porque el principal problema que tenemos en España lo encarna esa clase política, empresarial y financiera que, salvo honrosas excepciones, roza demasiado a menudo lo vulgar, lo criminoso y hasta lo psicopático. Conociendo este percal, a los funcionarios de Bruselas no les ha costado mucho trabajo comprar la complicidad de esta clase parasitaria, aficionada al trinque, para convertirnos en el país de parias y mendicantes que ahora somos. Y para qué hablar de los gobiernos municipales, donde el trinque es ya superlativo, a base de impuestos de todo tipo, muy abusivos y que todos conocemos.
Estaba cantado que ese caldo de cultivo de corrupción generalizada en las instituciones acabaría estallando algún día, y el lejano detonante fue la crisis de Wall Street de 2007. Una crisis financiera con nombres y apellidos: Merrill Lynch, Lehman Brothers, Goldman Sachs, y otros insignes miembros de la minoria kázara estadounidense; y que no nos hubiera afectado más que otras crisis cíclicas del capitalismo, sino fuera por el polvorín que ya teníamos preparado dentro de casa, y que el muy miope ZP no fue capaz tan siquiera de vislumbrar.
Este tipo humano parasitario y pútrido a la española ("this is Spain")  es lo que se refleja muy bien en este cómic de Víctor Santos, que nos habla de lo que esconde entre bambalinas la política, y su extraña relación con el negocio del ladrillo y otros negocios menos confesables aún (narcotráfico, prostitución, crimen organizado, etc.). Aquí asistimos al ascenso de un capo de la política, César Gallardo, que no duda en asociarse con grupos mafiosos del Este (los rusos encarnan muy bien el papel de "malos de la película", ahora que los alemanes nazis están algo demodé, pero no olvidemos la significativa presencia en nuestro país de la mafia china, las famosas tríadas, cuya impunidad puede explicarse tal vez por haber comprado la República Popular China gran parte de la deuda externa española). No faltan en la trama los trásfugas políticos como Carlos Silla, el típico concejal de izquierdas que "cambió los libros de Rigoberta Menchú (¿los escribió ella?) por la visa oro". Ni tampoco los policías honrados, como Unamuno, que tras servir en el País Vasco, sigue recibiendo anónimos donde le llaman txakurra, y aún así intenta desmadejar el hilo de la corrupción para pescar a los peces gordos. En resumen, una historia dura, cruda y sin concesiones, como la vida misma. Si Frank Miller fuese español, habría dibujado sin duda un cómic como este.


LAS CONSECUENCIAS: PARO, DESAHUCIOS, RECORTES, EMIGRACIÓN, POBREZA.
"Presas fáciles", de Miguelanxo Prado (2016)



Aquellos polvos trajeron estos lodos, y el terrible drama queda reflejado por las imágenes que dieron la vuelta al mundo, de personas rebuscando algún alimento en los contenedores de basura, o de ancianos desalojados de sus viviendas tras haberse arruinado con el timo de las preferentes. O familias en las que todos sus miembros en edad de trabajar se encuentran en el paro, y malviviendo de las menguadas pensiones de los abuelos... El paro, estructural en España desde los años 70, alcanzó a partir de 2008 cotas alarmantes, convirtiendo a la clase media española en una especie en peligro de extinción, y condenando a una juventud sin futuro a repetir el drama de la emigración que ya vivieron sus abuelos para salir adelante.
Y lo peor de todo han sido los suicidios provocados por la crisis, que ahora sabemos que han sido muchos, y de los que no se informó a la ciudadanía en su momento para evitar el "efecto contagio". Un caso especialmente sangrante, el del suicidio de un matrimonio de ancianos que iban a ser desahuciados en Calviá (Mallorca) fue el detonante que empujó a Miguelanxo Prado a abordar el tema en una novela gráfica.
Y ahora dejo ahí una reflexión: qué contraste tiene todo esto si lo comparamos con la pataleta infantil de mucho pijo mimado acampado en el 15M, que temía perder algo de su poder adquisitivo, y el acceso a los preciados bienes de consumo a los que tan acostumbrados estaban: smartphones y tablets de última generación, cremitas hidratantes, cochazos de alta gama, viajecitos a Tailandia, etc, etc.
Volviendo a Miguelanxo Prado, el gran pope del cómic gallego, no ha faltado quien lo haya acusado de oportunista por publicar esta narración gráfica sobre la crisis. Es posible que lo haya sido, aunque también a consecuencia de ello puede que no lo tenga fácil si algún día necesita pedir un crédito a la banca, después de haberlos puesto, y con toda la razón, de chupa de dómine. Reconozcamos que se necesita valor para dar este testimonio, y que muy pocos de los dibujantes consagrados en la actualidad se han atrevido a tanto. La historia sigue el modelo de los thrillers americanos, al estilo de "Seven", con una serie de muertes misteriosas de individuos que trabajaron para la banca, y que estuvieron implicados en la venta de las tristemente famosas "preferentes". Ante el choteo de la justicia en nuestro país, no es de extrañar que la alternativa que se les plantea a las víctimas preferentistas en este cómic, se le haya pasado a más de uno por la cabeza.


EL 15-M: LA (R)EVOLUCIÓN AMAÑADA Y CONTROLADA.
"YES WE CAMP!" de varios autores (2011)



Todos recordamos el movimiento de los"indignados", del 15M, las acampadas de protesta en Sol y otras plazas de España, más por su carácter verbenero y asambleario que por haber conseguido algún logro o cambio real significativo. El camino que llevábamos hacía temer un estallido violento en cualquier momento entre las masas, como ya habíamos vivido otros en nuestro convulso pasado, pero esta vez no fue así. Triunfó "espontáneamente"a través de las redes sociales, una versión flower power y algo new age de las primaveras árabes, pues se trataba de "regenerar las conciencias" y  alentar el diálogo y el "pensamiento positivo" (hubo incluso acampados en esos días que esperaban el aterrizaje de los extraterrestres).  Algo que ahora sabemos que no fue tan "espontáneo" como nos lo habían contado, gracias a las filtraciones de Wikileaks que revelan como la Spanish Revolution fue financiada en gran parte por el magnate George Soros y su red de oenegés, entre las que destaca la fundación Open Society. A este filantrópico multimillonario, vinculado a los Goldsmith y Rotschild, le interesa desetabilizar gobiernos e instituciones para generar el caos y para allanar el control de las instituciones financieras globales sobre las economías nacionales. La frase que más le caracteriza es "disciernan el caos, háganse ricos". Por eso controla medios de comunicación de todo tipo, y ha estado detrás de las movilizaciones del 15 M, como lo estuvo de las "revoluciones de colores" (para perjudicar a Rusia) y de la "primavera árabe". Sus medios se encargaron luego de justificar los ataques de la OTAN contra Libia y Siria y a apoyar a los "rebeldes" de allí.
Además, conviene recordar como otro magnate, Martin Varsavsky, fundador de Jazztel y vinculado a la fundación Rockefeller, también apoyó "desinteresadamente" a los muchachos del 15M, facilitando a los acampados una conexión gratuita a Internet vía Wi-fi, instalando foneras (router wifi) de su compañía Fon.
Otra vía para investigar la financiación del 15M y de sus secuelas (la Fundación CEPS y Podemos) la ofrece la AECID, una agencia gubernamental española que sirve a los intereses de Washington y la OTAN desde hace ya más de 30 años. Para el que esté interesado en rastrear toda esta trama, puede consultar este enlace:https://es.sott.net/article/47988-La-conexion-de-Podemos-y-eldiario-es-con-Soros-esta-en-AECID
De todos modos, lo que va quedando claro después de aquel barullo televisado, de aquel revolucionario reality show, es que se trató como en tantos otros casos de una disidencia controlada, puesta al servicio de crear un  nuevo orden aún más propicio a los intereses de la oligarquía mundialista.
Qué decepción para todos los que ingenuamente participamos en las protestas o simplemente simpatizábamos con los eslóganes tan bonitos o tan cargados de sentido común que aparecían en muchas de las pancartas: "Democracia Real Ya", "No hay pan para tanto chorizo", "Stop desahucios",etc. Había  mucha tontería utópica también, pero con buena parte de las protestas de aquellos días no podemos estar más de acuerdo...

Este libro "sin ánimo de lucro", coral y asambleario no tiene desperdicio. Intercala historietas e ilustraciones de irregular calidad con textos de mundialistas tan destacados como Federico Mayor Zaragoza, Eduard Punset o el atribulado concejal de "Ahora Madrid" Guillermo Zapata. En cuanto a los dibujos y cómics, hay de todo, autores consagrados mezclados con otros menos conocidos, desde una viñeta del Superlópez de Jan apoyando a los manifestantes, hasta alguna aportación de Carlos Giménez (en su onda rancia y antifranquista de toda la vida). Curiosa es la historieta de Miguel Porto ambientada en Vigo, en la confluencia de las calles del Príncipe y Colón donde acamparon los "indignados".

Esta portada se la regalamos a los de El Jueves, por si quiere publicarla


CONCLUSIÓN: ¿ESTO TIENE ARREGLO?
"¡Garcia!" de Santiago García y Luis Bustos (2014).



¿Sirvió para algo el 15M? Cinco años después de las protestas, la banca ha vuelto a sus prácticas usurarias de toda la vida, los desahucios siguen su curso, la corrupción continúa, etc. Los nuevos partidos del cambio no son más que un déjà vu de lo que ya había, y algunos de los que acamparon en Sol y otros lugares se han profesionalizado, y viven ahora muy bien gracias a la política. El paro sube y baja y vuelve  a subir. Y a don Mariano, el presidente más friki que cabía imaginar, le toca mantenernos en un permanente día de la marmota, mientras que la cosa aguante.
El último cómic que vamos a comentar es "¡García!" del guionista Santiago García y el dibujante Luis Bustos. Una curiosa sátira política, repleta de acción al estilo del manga japonés, pero llena de referencias al pasado y presente de nuestro país. La trama gira entorno a la resurrección de un superagente franquista , que vuelve a la España actual en un momento de tensa situación preelectoral, en la que una candidata (muy parecida a "la Espe") es secuestrada, y los dos principales partidos políticos confabulan entre ellos para impedir que un líder de las izquierdas llegue al poder. El protagonista, García, recuerda bastante a Roberto Alcázar, aunque no se trata de una parodia sino de un homenaje más bien nostálgico hacia este personaje pionero del cómic español. "Pedrín", o don Jaime en esta historia, ha prosperado durante los años en que García ha estado fuera de circulación , y ahora es un pez gordo de los servicios de inteligencia, que maneja los hilos de las "cloacas del estado". Su hija, Antonia es una joven reportera algo "progre", que contará en sus investigaciones con la inesperada ayuda del superpolicía franquista, curiosamente el único personaje  decente del que se puede fiar. Tal vez la nostalgia de los autores sea la nostalgia de gran parte del público por la sencillez de los héroes de antaño, capaces de resolver a puñetazos los problemas más enmarañados y complejos. A lo largo de la historia se nos presenta el contraste entre la mentalidad de García, la de un español de los años cincuenta, y el país al que ha vuelto y no reconoce por los cambios que se han operado en él, y no siempre para bien precisamente. Y ese quizás sea el mayor logro de esta novela gráfica, de lectura muy recomendable desde cualquier punto de vista.















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