lunes, 18 de abril de 2016

666 (SEGUNDA PARTE): LA CORONACIÓN DE CIRO DAN


En este segundo capítulo conoceremos por fin al "hijo de la perdición", a Ciro Dan, el Anticristo en persona, la cara B del buenismo mundialista predicado por fray Simón de Samaria. Asistiremos a su primera manifestación en público, recibiendo el homenaje de cinco sabios rabinos que lo reconocerán como su rey y mesías. Independientemente de las intenciones que  tuviera el autor de este relato, no tengo ni el más mínimo interés en presentar a los hebreos como los "malos" de la historia, que no se asuste nadie. En realidad los rabinos, como descubrirán enseguida,  no serán más que víctimas de un engaño por parte del gran Embaucador, que se presenta como miembro de la tribu de Dan, una de las doce tribus de Israel,  y  como el que ha de dar cumplimiento a las profecías mesiánicas. Pero en realidad "viene en su propio nombre". Más tarde le tocará el turno de engañar a los musulmanes e incluso a los católicos,  peldaños todos ellos  para alcanzar el poder mundial, que es a lo que aspira en realidad este diabólico personaje.
Advertimos nuevamente que el díptico  formado por "Juana Tabor" y "666"  es una incursión bastante más solvente que la mayoría de las que nos ofrece la "literatura" y el cine  contemporáneo sobre el tema del Anticristo. Se basa al menos en fuentes acreditadas y respaldadas por la ortodoxia católica, que jamás ha afirmado que se trate del hijo carnal del Demonio o cosa parecida, sino más bien su hijo espiritual. Iria Levin y Polanski, judíos ambos lo que no es casual, son los que popularizaron esa versión sexacionalista en la, por otra parte, magnífica película de terror La Semilla del Diablo , y a partir de ahí en todas las que vendrían después. Y digo que no es casual porque, según  afirman algunos rabinos basándose en el Libro de Henoch, los demonios tendrían sexo y acto generativo con los humanos, e incluso nuestros primeros padres habrían tenido ayuntamiento carnal con ellos después de la Caída (Adán con Lilith y Eva con Samael, quien habría engendrado a Caín). Este es uno de los muchos detalles que se ven repetidos en las películas y que sacan de quicio la historia, como el personaje del sacerdote chiflado que no puede faltar en ninguna de estas versiones espúreas, dispuesto a inmolar al Niño-Demonio para impedir que dé comienzo el Fin del Mundo. Eso, al igual que la supuesta "simbología satánica" de las cruces invertidas, etc, de los heavies no es otra cosa que el producto de un desconocimiento profundo de estos temas.
El lugar escogido para esta ceremonia tampoco es baladí, ya que se trata de la sede un poderoso banco, el edificio más alto de Roma desde el que se puede contemplar por encima del hombro a la Basílica de san Pedro. No faltan aquí las referencias a la alquímia, la magia negra y la Cábala, y no voy a entrar en la polémica de si existe o no una Kabala satanista en la actualidad a la que pertenecerían muchos famosetes y gente con poder , y que practicarían en sus ritos  sacrificios humanos, como se viene diciendo del selecto Bohemian Club de California, etc.
Pero es forzoso señalar la ambigüedad de muchos postulados de la Cábala clásica acerca de la Divinidad, el extraño simbolismo de los dos Ancianos (Macroprosopos y Microprosospos) que ha llevado a algunos a sentenciar que Daemon est Deus inversus, y que el Mal es parte del Bien, etc.
Por último, a nadie se le puede escapar que en el relato hay una cierta alusión al llamado "libelo de sangre", la acusación antisemita de que los judíos sacrificaban a infantes cristianos en sus ritos. Hay en esta clase de creencias y patrañas tal vez el recuerdo de los sacrificios de niños realizados en la antigüedad por aquellos judíos que rendían, al igual que fenicios y cartagineses, culto al dios Moloch. Y a la historia del rey Herodes. Pero en esta ocasión la responsabilidad del martirio es imputable en exclusiva a Ciro Dan, que actúa así al verse contrariado y encontrar resistencia a su poder de persuasión. Así debemos entender ese incidente en un  relato que (recordémoslo una vez más) no es más que una ficción, cuyo parecido con la realidad sólo sería pura coincidencia.
Y la saga continuará, cuando nos llegue la inspiración para ello...







   Página 6







   Página 7








    Página 8







    Página 9






   Página 10







    Página 11

 Todas las ilustraciones que aparecen en esta entrada son creaciones de Ignacio Ruiz Moreno. El autor permite su reproducción,  siempre que se indique su procedencia

No hay comentarios:

Publicar un comentario