jueves, 30 de octubre de 2014

LAS TINIEBLAS DE  NOVIEMBRE


  ¡Cualquier iniciativa que sirva para contrarrestar la tontería del jalogüin sea bienvenida! Una posible alternativa es quedarse en casita, ahora que las tardes-noches se han vuelto tan largas, merced al cambio horario  y a los intereses de las compañías eléctricas, y así nos evitaremos tropezar con las hordas de energúmenos disfrazados de zombies o de vampiros crepusculares que deambulan por nuestras calles. O con las de aquellos calabacines que no pararán de asediarnos con sus "truco o trato", tan bien aprendidos de las series de televisión americanas. 
Podremos entonces sumergirnos en la lectura de algún maestro de la literatura fantástica (en nuestro blog ya hemos citado a unos cuantos), aunque esta vez recomendamos en especial una novela del autor austríaco Gustav Meyrink, "La Noche de Walpurgis", que  puede servirnos de compañía en estos días en los que van predominando las tinieblas. De paso descubriremos que la ficción puede tener también sus implicaciones metafísicas y hasta metapolíticas, muy oportunas en unos tiempos como los que vivimos, de inminente revuelta social. Quién sabe, tal vez alguno halle, además de diversión, alguna revelación escondida entre sus páginas. El mismo autor había escrito en "El Golem", otra de sus novelas ambientadas en la mágica ciudad de Praga:  
 "Estar despierto lo es todo. El primer paso es tan sencillo que está al alcance de cualquier niño. El que no sabe cómo se anda no quiere renunciar a las muletas heredadas de sus antepasados. Estar despierto lo es todo. Está despierto en todo lo que hagas. No creas que ya lo estás. No, estás durmiendo y soñando. Junta todas tus fuerzas y, durante un momento, oblígate a sentir cómo recorre tu cuerpo esta sensación: ¡ahora estoy despierto!. Si consigues experimentar esa sensación reconocerás inmediatamente que tu anterior estado era como el de un sonámbulo, como el de un drogado. "




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