viernes, 18 de abril de 2025

 

"El ahorcamiento de Judas" por Giovanni Canavesio (1491)

TRAICIÓN DE SEMANA SANTA

Una vez más la Iglesia (entendiendo por tal a la jerarquía eclesiástica: el Vaticano y la conferencia episcopal) han vuelto a asestar una puñalada por la espalda a los fieles católicos que todavía puedan quedar en España, faltando muy poco para que se dispongan a darles la puntilla final y arrojarles a los leones del circo progre. Así llevamos hace más de sesenta años, desde que con el famoso Concilio number two se pasó de bendecir la Santa Cruzada a dar amparo a etarras y a comunistas en sus filas, A La Mayor Gloria De Dios, amén de dar el plácet a la ley del aborto a cambio de recibir una jugosa financiación del IRPF. Y luego se extrañan esos sepulcros blanqueados de que cunda la apostasía en nuestro país; más debería de cundir con semejantes pastores al frente de su rebaño.

Que con el Papa actual, tan vendido como Pedro Sánchez a George Soros, no le quedaba mucho futuro a la basílica pontificia ni a la  Cruz del Valle de los Caídos, era algo que estaba más que cantado, toda vez que se llegó a permitir la profanación del sitio mediante la exhumación, con ritual masónico incluido, de los restos del general Franco. Tras años de incuria por parte de Patrimonio Nacional, que nunca ha llegado a declararlo como un bien de interés cultural, y descartando por ahora la voladura del monumento, como se llegó a sugerir no hace mucho en sede parlamentaria, la estrategia del gobierno pasa ahora por "resignificarlo"; que dentro de los parámetros de la actual ley de memoria democrática supone presentar el lugar como una especie de Mauthausen, en recuerdo de los presos republicanos que supuestamente allí gimieron y sucumbieron bajo la bota del fascismo. 

La Iglesia se aviene muy ufana y  satisfecha con este acuerdo, tras expulsar al prior benedictino Santiago Cantera, lo que supone aceptar de facto la progresiva desacralización del lugar, a cambio de que el PSOE suspenda la comisión  que amenazaba con investigar los abusos en el seno de la Iglesia en sede parlamentaria. Así de corrompido está el orden temporal y el espiritual en estos tiempos de la gran tribulación.



No hay comentarios:

Publicar un comentario