sábado, 22 de julio de 2023

 VOTAD,VOTAD, MERLUZOS!


Que sirva a modo de homenaje para el gran Francisco Ibáñez, que ha abandonado recientemente este valle de lágrimas, donde cada vez hay menos sitio para el humor, en gran parte gracias a los canceladores del wokismo progre.
 Quizás no era un Miguel Ángel de los cómics ni nada parecido, pero si era una bella persona, un trabajador incansable (al que el mercantilismo explotó de mala manera) un cultivador de la incorrección política  y un actualizador de nuestra narrativa picaresca más ancestral. 
Y desde luego, se merecía mucho más el Premio Princesa de Asturias, al que fue nominado en 2020 por aclamación popular, que la bruja satanista de la Marina Abramovic esa. 
De hecho, y como sucede habitualmente en nuestro suelo patrio con los mejores de los nuestros , no recibió en vida apenas ningún homenaje o galardón por parte de los organismos oficiales y/o oficiosos.
Los politiquillos de la demogresca, esos personajes ridículos a los que con tanto ingenio supo caricaturizar en sus historietas, tal vez nunca le perdonaron que los mostrara al público tal y como son en realidad, unos fantoches pagados de sí mismos.

Gracias mil por los momentos tronchantes de felicidad que nos has proporcionado, oh Príncipe de los Ingenios.

Además de haber vaticinado lo de las Torres Gemelas, Ibáñez supo adelantarse a grandes promesas de la política carpetovetónica,  como la inefable Pam Conchorizo, de Unidas Pudrimos o Sudemos.


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