ÉRASE UNA VEZ EL LAVADO DE CEREBRO
Al hilo del último episodio del culebrón protagonizado por los presidentes mexicanos y por el empeño del ministro Urtasun de imponer a toda costa la decolonization en los museos españoles, devolviendo a Colombia el tesoro de los Quimbayas que un día nos regaló esa república de Hispanoamérica, vamos a traer aquí este vídeo del canal HispaUnidad de YouTube, en el que se hace un magnífico análisis de la serie de dibujos animados de la televisión "Érase una vez el hombre". Esta producción francesa del nefasto Albert Barillé (y coproducida por RTVE, ojo al dato) empezó a emitirse en 1978, y somos muchos a los que nos tocó en nuestra infancia fagocitar esa basura, a través de la cual se pretendía formatear los tiernos y desprevenidos cerebros infantiles, suministrando dosis indigestas de darwinismo barato, ideología masónica y anglo-sionista y, por supuesto, de "leyenda negra" antiespañola.
Hay que situar este aborrecible engendro en su contexto, para no culpar a los franceses en general de este desaguisado. El gobierno del masonazo Giscard d'Estaing nada tenía que ver con el del general De Gaulle, y tras unas relaciones bastante cordiales entre las dos naciones europeas, se reanudaron las tensiones entre España y el vecino del norte de los Pirineos, convertido desde entonces en uno de los "padrinos" de la transición hacia el Régimen del 78 y de nuestro ingreso en la UE, amén de santuario para etarras y otras malas yerbas. Estas tensiones se podían percibir en ciertas producciones de la época, y por la parte española en la serie "Curro Jiménez" donde no se cesaba de ridiculizar a los "gabachos", haciendo lo propio el dibujante Forges en sus viñetas cómicas.
Pero por parte francesa la cosa iba aún más lejos en su hispanofobia. Existía el precedente de "Astérix en Hispania", donde se hacía una sátira del tardofranquismo, del turismo de masas y del desarrollismo del régimen, a la vez que se nos presentaba con aspecto de indolentes y de agitanados. Pero esto no era nada comparado con la visión del episodio "El Siglo de Oro español", que la serie "Érase una vez el hombre" dedicó a nuestro pasado histórico, con el fin de denigrarlo y calumniarlo. Ya hice una entrada en este blog donde hablé de este tema: https://morenoruizignacio.blogspot.com/2017/10/12-de-octubre-los-conquistadores.html
En este capítulo, aparte de pintarnos como muy feos y desagradables, nos tachan de intolerantes, truhanes, vagos, sucios, sanguinarios, vándalos y no se sabe cuántas cosas más. Se ignora por completo la cultura humanística de nuestras universidades o la labor civilizadora que los españoles emprendieron en el Nuevo Mundo, para remedar el descubrimiento y la conquista como la obra de unos carniceros sedientos de oro comandados por un Cortés-El Tiñoso muy malvado y cruel. Los indios en cambio aparecen como seres de luz angelicales , que vivían en un idílico paraíso hasta que tuvieron la mala fortuna de ser visitados por los hispanos. Este episodio no fue emitido en España, por vergüenza torera, en un primer momento en 1979, pero sí que se retransmitió en 1983, cuando ya el proceso de lobotomización de las nuevas generaciones de españoles estaba puesto en marcha y a todo gas, con la llamada "movida madrileña", y con "La bola de cristal" a punto de inficionar los hogares, para adoctrinar a los más pequeños en los "nuevos valores democráticos".
Tal y como se explica en el vídeo, la mala baba antiespañola de esta producción "educativa" destinada al público infantil no se limita sólo a este episodio, sino que está esparcida a lo largo de toda la serie, en la que hasta el sanguinario pirata Francis Drake aparece como un simpático gentleman inglés, y se festejan sus saqueos y bellaquerías contra los españoles. De los genocidios perpetrados por los anglocabrones y otros pueblos no se dice absolutamente nada. Años después continuaron las afrentas con una nueva serie , "Érase una vez los exploradores", donde no desaprovecharon tampoco la ocasión para tergiversar y manipular la historia a su gusto. Está claro que producciones como estas estaban al servicio no tanto de un chauvinismo a la francesa, sino de un globalismo antiespañol, el de la UE, que ya estaba en mantillas por aquel entonces.
He aquí un ejemplo de eso que se llama "ingeniería social" o lavado de cerebro colectivo. Probablemente si los españoles actuales son tan pusilánimes, diversos y multiculturales se deba en gran medida a haber consumido tan nefastos productos en su infancia, cuando estaban más indefensos y vulnerables que nunca.
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