¿BOMBAS ATÓMICAS CONTRA JUDEA?
En este blog nunca hemos ocultado nuestra preocupación por el incierto devenir patrio, aunque somos muy conscientes de que a lo que estamos asistiendo a diario es a una representación de los actores políticos, que aspiran con sus espectáculos de gran guiñol a tenernos el alma en un puño y a que contengamos el aliento, mientras nos escamotean lo que esta pasando en realidad entre bambalinas.
Últimamente asistimos a un teatrillo progre a cuenta de la tragedia de Gaza, escenificado en gran parte por los "antifas" de Unidas Jodemos y compañía. Después del crucero por el Mediterráneo que ha servido para que se tuesten al sol y echen la pota la Greta (con su nuevo look a lo Golem) y la Colau, hemos asistido al espectáculo de toda una exministra del gobierno al frente de las manifas, enseñando los dientes y todo, aunque eso sí llevando guardaespaldas privado, y refrendando una kale borroka de andar por casa y las agresiones a los ciclistas de la Vuelta. Ojalá pusieran el mismo empeño en asaltar con antorchas las sedes de BlackRock y de Vanguard, máximos representantes del capital sionista internacional, y principales responsables de la masacre de palestinos en la futura Riviera de Gaza. Habría que recordar, de paso, los suculentos contratos militares con Israel que el gobierno de España firmó estando esta tipeja de ministra.
Además estos progremitas, apuntalando el mito fundador del régimen de los vencedores del 45, el que está vigente todavía en la actualidad en Occidente, no cejan de intentar convencernos de que el Estado de Israel es "nazi", cuando es bien sabido que fue una creación de la izquierda laborista judía, de Ben Gurion y compañía, encuadrada toda ella en la Internacional Socialista, y contando con una numerosa población de colonos judíos procedentes de la URSS, los únicos a los que Stalin permitió abandonar el paraíso comunista en aquella, para Roberto Vaquero, edad de oro soviética. También fue esta misma izquierda judía la que inició, allá por 1948, la nakba, es decir la expulsión de su territorio y el posterior exterminio de la población árabe. Que la cosa viene ya de largo...
Ahora pretende esta falsa izquierda antisistema que el hipócrita de Sánchez se moje un poco más con el globalismo, y que acoja, por ejemplo, a millares de refugiados palestinos en nuestro suelo, para que engrosen sin duda el ejército de reserva del gran capital, que utiliza la mano de obra barata de los inmigrantes para ir tirando a la baja más aún el salario de los trabajadores autóctonos, al mismo tiempo que ellos aspiran a convertirlos en sus futuros votantes (lo llevan claro si creen que con sus consignas woke van a encandilar al electorado musulmán, pero en fin). Todo esto lo hará encantado Sánchez, pues trabajan coordinados unos con los otros.
El otro actor de este sainete, por supuesto, es el gobierno del PSOE-Sumar, a cuya cabeza está el incombustible P. Sánchez, el rehén del Pegasus, que en estos tiempos de agonía para él, le da por sobreactuar y está deviniendo en un gran líder populista y batallador, enfrentado al parecer a las finanzas judías internacionales y a los poderes oscuros que dominan el mundo. Tardó en enterarse este títere de qué va la cosa, por lo visto. "Antisemita" y hooligan de los terroristas de Hamás, claman los peperos y los voxaleros (otros actores secundarios de este vodevil) campeones estos últimos de la Santa Alianza del sionismo con la cruz, y de la acogida masiva en nuestro país de la inmigración hispanchista, que nos aportará valores eternos como los cultos evangélicos, las maras o el reguetón.
Quién lo diría de este buen chico de Sánchez, casi siempre tan obediente a los dictados de Bruselas, del Foro de Davos y del FMI, y que en su día fue incluso consejero de la Asamblea general de Caja Madrid, en la época del difunto Blesa. Hasta ha llegado ahora a lamentar que nuestro país carezca de poder disuasorio, al no disponer de armamento nuclear ("La política ya no está en los parlamentos y la única ley que vuelve a imponerse es la de la violencia", como dice Don Francisco J. Fernández-Cruz Sequera). Eso no pasaría si hubiera prosperado el Proyecto Islero, ese que saltó por los aires junto con el coche de Carrero Blanco, cuando Kissinger y la CIA decidieron tomar cartas en el asunto, utilizando a sus peleles de ETA y el PNV. Ahí se acabaron definitivamente las aspiraciones de lograr la soberanía e independencia de nuestro país, y ahora sólo tenemos "líderes" como el marido de Begoñe, que se limitan a seguir las instrucciones que sus superiores le están marcado.
Porque a pesar de ese supuesto desafío a Netanyahu y las acusaciones de este último contra el "ejecutivo español", al que sólo le ha faltado calificar también de "nazi", todas las evidencias apuntan a que el okupa de la Moncloa desempeña un papel que, como siempre, le han asignado sus amos de la UE. Ahora que su contrato como payaso número uno de este circo está a punto de rescindir, debe sobreactuar un poco y representar las posiciones más progres y combativas en pro de los "derechos humanos" dentro de la UE, mientras que la Alemania de Merz puede seguir apoyando sin restricciones los planes genocidas de Trump y del Estado de Israel.
La política europea estos dos últimos años de genocidio ha consistido en mirar para otro lado o hacer simples declaraciones como el reconocimiento el estado palestino (ahora que se han cargado a los palestinos y Gaza está repartida para como resorte de lujo en los despachos de los magnates anglo-americanos, nos salen con eso) o que "se estudiarán" sanciones contra Israel, mientras se siguen haciendo grandes negocios con su gobierno terrorista y genocida, cuando con Rusia por el tema de Ucrania no anduvieron con tantas contemplaciones.
Y el gobierno que padecemos en España no ha sido ninguna excepción, más bien todo lo contrario. A pesar de sus bonitas palabras, de amenazar con retirarse del festival de Eurovisión, a pesar de ese supuesto "embargo" del que habla el trilero de Sánchez, se sabe que España es el país de la UE que más armamento israelí ha importado entre febrero y mayo de 2025. Curiosa forma de combatir un genocidio tiene esta piara de sinvergüenzas. A nadie se le escapa que nuestro sistema de seguridad y de defensa sigue dependiendo en gran medida de la tecnología israelí, esa misma que controla nuestros aparatos móviles y que creó el software de Pegasus, muy útil para espiar al pelele de la Moncloa .
Ahora la Fiscalía del corrupto Ortiz autoriza abrir un expediente sobre los crímenes de Israel, cuando se sabe que se trata de un brindis al sol que no sirve para nada. Los únicos que podrían hacer "algo" al respecto con algún resultado serían los de la Corte Penal Internacional de La Haya; pero Karim Kahn, el fiscal que ordenó el arresto de Netanyahu y sus secuaces, se está enfrentando ahora, como sucedió con Assange, a una muy conveniente acusación por violinización de una fémina. Las Me Too, como siempre, dándolo todo al servicio de la causa sionista.
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