El blog de Dagga Ramba

EL CARNAVAL DE LAS ÁNIMAS

"La casa encantada " (1790) de Katsushika Hokusai

  
El carnaval de las ánimas ("Carnival of Souls") es el título de una vieja película de terror de serie B, que dirigió Herk Harvey en 1962. Es una de esas cintas que, uno no sabe muy bien por qué, se han convertido en "películas de culto", pese a lo tediosas que son... o quizás sea por eso. La historia, como una pesadilla en la que se comunican los vivos con los muertos , desemboca en un parque de atracciones abandonado, una especie de Coney Island de provincias. La atmósfera siniestra y fantasmagórica está reforzada por una banda sonora en la que resuena machaconamente la música de un órgano.
 En los Estados Unidos, el carnaval por excelencia es el Mardi Gras que se celebra en Nueva Orleans por estas fechas, de origen criollo: francés y  algo también español, ya que esta ciudad perteneció a la Corona de España durante algunos años. Los participantes desfilan en vistosas carrozas, y como sucede en otros lugares de tradición católica, el descontrol de los pecados capitales, en especial de la gula, la embriaguez y la lujuria, son el meollo de la fiesta. Mardi Gras es el título también de un famoso album de los Creedence, el que marcó la despedida de la mítica banda de los años 70.

Otro carnaval de las ánimas se celebra en España, en la localidad de Villar del Pedroso (Cáceres) y es este un carnaval distinto a cualquier otro, ya que en contraste con los entroidos, antruejos, chirigotadas gaditanas o reinas del carnaval de Tenerife, no consiste en dar rienda suelta a las pulsiones bestiales de la naturaleza humana, aquellas  de las que hablara en sus relatos  Valle Inclán, y que pintara con tanta hondura y penetración psicológica el pintor de la posguerra Gutiérrez Solana...

En este pueblo el carnaval se vive de otra manera, es una fiesta mitad religiosa y mitad militar que corresponde muy bien al espíritu de los caballeros templarios que todavía sobrevuela por aquellas tierras.

El carnaval tiene mucho de tétrico, porque termina el Miércoles de Ceniza, recordándonos aquello de que "del polvo venimos y en polvo nos convertiremos". Es un estado de frenesí transitorio y efímero, que discurre en paralelo con otra fecha hermana del calendario: el día de los Difuntos. El Halloween de las películas americanas, para que las nuevas generaciones de millennials nos entiendan. Como aquella magistral de "La Noche de los Muertos Vivientes" de George Romero, descendiente de emigrantes gallegos, inspirada más en las leyendas de la Santa Compaña que le enseñó su abuela que en los zombis de las Antillas.