LOS DESGARRADOS CRISTOS DE PRIETO COUSSENT
Cristo en la Cruz (1944-48) Recreación por ordenador de una foto en blanco y negro |
“Realizando esa obra sudé sangre. Lloré y sangré con el alma y muchas veces pinté arrodillado. En cada pincelada , en cada sombra, hay una gota de mi propia sangre y mi sudor de esclavo sometido al yugo del amor y el esfuerzo. Mi Cristo es también mi calvario, y acaso mi gloria”Benito Prieto Coussent (Discurso de ingreso en la Real Academia de Bellas Artes Nuestra Señora de las Angustias de Granada, 1983)
Haber estado a punto de morir fusilado al comienzo de la guerra civil, y haber salvado la vida gracias, entre otras cosas, a la hospitalidad que le brindaron los monjes capuchinos del monasterio de Guadalupe, fue algo que tuvo que marcar para siempre la vida del artista Benito Prieto Coussent. Sabemos que poco después de acabada la guerra contrajo matrimonio con una granadina, y se fue a vivir con ella a su pueblo natal, El Padul. Allí transformó un viejo almacén familiar en su estudio de pintura e inició una nueva etapa de aislamiento e introspección, consagrada al que sería el gran proyecto de su vida.