Inconcebible ¿verdad? La primavera es sin duda la estación en la que la diosa Afrodita eclosiona, estallando de vida como lo hacen las flores en la naturaleza, y prodigando con generosidad sus dádivas sobre la mitad masculina del género humano; ejerciendo así su benéfica (y, por qué no, peligrosa y a veces hasta maléfica) influencia sobre el otro sexo. Sus mágicos efluvios y armoniosos contoneos han inspirado a artistas, músicos, poetas y poetastros desde la noche de los tiempos y en todo lugar. Así vemos a las hijas de Venus plasmadas en las siluetas danzarinas de la tumba de Nebadum en el Antiguo Egipto, en las elegantes damas de azul del palacio de Cnosos o en las cortesanas que pueblan los murales de Ajanta o que practican alegremente el kamasutra en los alto relieves del templo de Khahurajo en la India... Desde siempre hemos rendido homenaje a la diosa u ofrecido sacrificios a los dioses que han creado a la mujer, en agradecimiento por la belleza femenina, según el saber y entender de cada cual. Unos componiendo salmos, como el Cantar de los Cantares, otros creando o costeando grandes obras de arte como el Taj Mahal, y otros también arrasando ciudades enteras como en el caso de Troya.
viernes, 21 de abril de 2017
QUE SE PREPAREN LOS CANALLAS...
jueves, 6 de abril de 2017
¿ALGUIEN LO DUDABA? EL ARTE CONTEMPORÁNEO ES COSA DE CERDOS