jueves, 20 de octubre de 2016

Las lecciones de Dagga Ramba

ARTE MODERNO Y CONTEMPORÁNEO: LA HISTORIA MANIPULADA

            







Aquellos que estudiamos en alguna facultad de Bellas Artes en el período comprendido entre los últimos 25 años, sabemos muy bien cual es el discurso dominante entre los historiadores que se ocupan del arte desde finales del siglo XIX, arrancando con el Impresionismo, hasta el día de hoy. Allí no faltaban profesores que nos aleccionaban, y continúan aleccionando a sus desdichados pupilos, sobre el modo correcto de entender la evolución de las artes plásticas en el último siglo y medio, justo la que más conviene a los críticos, curadores, galeristas y casas de subastas, a los amos y señores de ese gran casino en que  se han convertido en la actualidad las bellas artes. Apoyándose en textos como "Del arte objetual al arte del concepto" de Simón Marchán y otros personajes por el estilo,  en las facultades pretenden imponer una interpretación lineal, determinista y finalista de la historia del arte, que ha de desembocar inevitablemente en la cloaca del conceptualismo y de la videoinstalación y  performance contemporánea. Hay una especie de filtro mágico mediante el cual algunos nombres pasan a ser consagrados por estos hierofantes (críticos, historiadores y directores de museos como Thomas Krens o Peter Schejdal) como los artistas que hay que reverenciar e imitar, al menos si se espera triunfar y ser alguien en el mundillo del arte,  mientras que otros nombres son condenados al ostracismo y la oscuridad más tenebrosa, cuando no al anatema. Sin embargo, se sabe bien que los historiadores del arte han estado siempre al servicio de sus propios intereses personales  o de los de aquellos que les pagan, desde la época de Vasari, y no iban a ser una excepción estos que ahora tenemos. Máxime cuando a nadie se le escapa que el arte es hoy por hoy pura especulación, y valor-refugio del excedente de capital de las clases pudientes.

jueves, 6 de octubre de 2016

ERNST FUCHS, EL ARTISTA TOTAL Y VISIONARIO 


El año pasado fallecía a la edad de 85 años Ernst Fuchs, considerado  uno de los artistas austriacos más importantes e influyentes de la posguerra. Y sin embargo, la noticia casi no tuvo  repercusión en nuestro país, donde apenas es conocido o apreciado, y no me consta que su obra  haya sido expuesta alguna vez para conocimiento del gran público. La verdad es que esta omisión no me sorprende demasiado,  porque de un tiempo a esta parte a las instituciones de este país sólo les interesa difundir la basura artística, y no encajamos nada más que las antológicas de los Jeff Koons, Damien Hirst y compañía... Esta entrada sólo pretende  contribuir modestamente a paliar este olvido injustificado, y a dar a conocer al público español la vida y  obra de este interesante artista centroeuropeo, heredero de los grandes maestros medievales,epígono del simbolismo  y, al decir de algunos, uno de los "inventores" del llamado estilo psicodélico.

miércoles, 5 de octubre de 2016

HOMENAJE A UN PINTOR DEL MAR


El pasado viernes asistimos en la Casa Arines, del Instituto Camões de Vigo, al cierre de unas jornadas organizadas por la Asociación Veciñal e Cultural do Casco Vello, en homenaje a los marineros que hicieron grande a esta ciudad gallega. La vida y obra del marinero y pintor vigués José Casal Cerqueira ("Ksal") sirvió para centrar estas jornadas, a las que asistieron entre otros el escritor Xurxo Souto (autor del libro "Contos do mar de Irlanda", cuyo capítulo "O neno da curva de san Gregorio" está dedicado  Ksal) y un grupo de música folk, os Falperrys, que interpretó ese último día varios temas inspirados en la música irlandesa y versionados al gallego. Aires parecidos a esos debió haber escuchado Ksal en los puertos irlandeses o de Terranova, a los que llegó cuando trabajaba en aquellos míticos barcos pesqueros gallegos, cuando aún capturaban su sustento en las aguas de aquellos litorales.



Pepe Ksal era un maquinista o "fogueiro" nacido en Coia y artista autodidacta, que pintaba y realizaba esculturas mientras viajaba a bordo de los barcos pesqueros en los que faenaba. Sólo expuso una vez en vida, en la isla de Saint-Pierre-et-Miquelon (Terranova) y nunca antes en su lugar de origen.  La pintura de Ksal, al igual que la de Lugrís, tenía como referente el mar. Pero a diferencia del gran artista coruñés, no se trataba de un mar soñado o imaginado, plagado de referencias artísticas o literarias, sino que el material del que parte son sus vivencias personales, las de un trabajador de la mar, que conoce el oficio y las artes de la pesca, y que sabiamente  los trasladaba a sus lienzos. Eso no quiere decir que en algunos de sus cuadros no encontremos un cierto onirismo no muy alejado del de Lugrís y de otros pintores que sintieron la llamada del océano.


El público asistente a las jornadas

La pintura de Ksal tiene el sello de lo verdadero, de lo genuino. Como dice su descubridor, el escritor Xurxo Souto, "Ksal no es un pintor de barcos, es el pintor del trabajo del mar". Ese trabajo de la pesca, épico donde los haya, que hoy a nuestros paisanos más desmemoriados les parece algo tan remoto y extraño, como si aquí hubieramos dependido siempre de la automoción o del sector servicios. Más vale que no olvidemos cuáles son nuestros orígenes. Y siempre conviene que reivindiquemos el mar,  porque en él hemos vivido, y seguiremos viviendo también.

sábado, 1 de octubre de 2016

Y HA VUELTO A PASAR...



Ya se lo avisamos, don Abel. Con los bellacos, mano dura... Pero nada, es como si predicáramos en el desierto. ¿Cuántas veces van que a Manuel Castro le roban el periódico? Yo ya he perdido la cuenta, y me da que el equipo municipal de Vigo también. Esta vez se han llevado también un par de falanges de su dedo, que ya es casi tan famoso que el de la estatua de Colón, tan cargada de polémica en estos días.
La cosa ya parece de chiste. Como si se tratara de una pugna personal entre el gamberro de turno y el artista, Jandro, que se ve obligado a reponer lo que el otro destroza cuando le sale de los cataplines... Y aquí el "Concello" vigués y las autoridades están como desaparecidos, o como convidados de piedra, como si no tuvieran arte ni parte (nunca mejor dicho) en el asunto.
Esto cada día se parece más al duelo obsesivo entre el teniente Feraud y D'Hubert, de la novela de Conrad "Los Duelistas", que tan bien supo llevar al cine Ridley Scott.
¿Pero qué pasa? ¿No iban a colocar cámaras de vigilancia para controlar a los macarras de la calle del Príncipe y de paso, cual lente del Gran Hermano, a todos lo ciudadanos que pasemos por ahí? ¿No hay pistas de quiénes son los culpables del atentado? Desde este blog nos gustaría contribuir, como gentes de bien, cívicas y responsables que somos, para que se abran nuevas líneas de investigación. A ver, inspector Clouseau; a lo mejor debería investigar entre los estudiantes de la Facultad de Pontevedra de "bellas artes". Igual alguno de ellos, seguidor del "apropiacionismo", está preparando una instalación con todos los periódicos chorizados a Manuel Castro, y cualquier día va y la expone en el museo que tiene al lado.