martes, 28 de abril de 2015
CARCASONA (1ª parte)
jueves, 16 de abril de 2015
ARTE CONTRA USURA
"Los dos prestamistas"(c.1540) de Marinus Van Reymerswaele |
sábado, 11 de abril de 2015
LA VÍA IMPERIAL (Y A VECES SINIESTRA) DEL SEÑOR DALÍ
"No os créais que soy un pintor; lo he dicho y proclamado muchas veces: yo soy pintor porque los otros no saben pintar. Lo que os acabo de decir es absolutamente cierto"
Detalle del Retrato de Paul Eluard (1929)
"Yo no soy el payaso, pero esta sociedad, monstruosamente cínica y de una simpleza inconsciente, representa el papel del serio para disimular mejor su locura. Mi lucidez ha alcanzado un nivel tal de agudeza y concentración, que no existe una personalidad más heroica y prodigiosa en este siglo y, aparte de Nietzsche (que murió loco) no se encuentra un equivalente en otros siglos"
Le gustaba escandalizar para llamar la atención sobre su persona, cosa que consiguió sobradamente, y acabó convirtiéndose en un personaje excéntrico, a veces grotesco, siendo él mismo su creación más surrealista. Fue la viva estampa del "genio loco"(algunos afirman que acabó loco de verdad), alimentada por su desmedido narcisismo y afán de lujo, y quedó atrapado por la imagen de bicho raro que tanto se complacía en ofrecer al público ¿Qué podemos decir sobre Dalí que no se haya dicho ya? Tal vez el pintor más mediático y controvertido de la pasada centuria, fue un caso único por encarnar a la perfección muchas de las taras del arte moderno (la egolatría, el mercantilismo, las neurosis convertidas en extravagancias). Y sin embargo, nadie como él se tomó más en serio, en pleno siglo XX, el "oficio de pintor" y , tras haberse saltado todos los tabús en su etapa "revolucionaria" y freudiana, siguió bregando a contracorriente cuando las vanguardias se hicieron respetables, convirtiéndose en el principal detractor de los "cornudos del viejo arte moderno" , el antagonista de Picasso y el azote de la pintura abstracta; el preconizador de una vuelta al realismo y a los antiguos maestros, a los que quería arrancar sus conocimientos más secretos. Muchos críticos y artistas modernos arremetieron contra él, no tanto por su histrionismo sino por considerarlo un reaccionario, y le reprocharon su desmedido anhelo de fama y de riquezas por pura envidia, ya que esto mismo es a lo que aspiran casi todos ellos, sin conseguirlo en la mayoría de los casos. Pero Dalí era mucho más que un histrión; su paso por la vanguardia no debe ocultar su excelente formación como dibujante y como pintor, era un espíritu curioso de la cultura y la ciencia de su tiempo, a menudo con intuiciones geniales, y un conocedor del hermetismo y la alquimia, como veremos. Reaccionario y revolucionario al mismo tiempo, fue capaz de lo mejor y lo peor en el arte de nuestro tiempo, y merece que hagamos una breve semblanza ofreciendo sobre él y su obra un enfoque diferente al habitual, siempre que sea posible.