CONAN O LA INVASIÓN DE LOS COMICS BÁRBAROS
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Ilustración de Earl Norem para "Conan the Barbarian" |
"La barbarie es el estado natural del hombre - dijo el colono sin apartar la mirada sombría del cimmerio - . La civilización es antinatural, es un capricho de las circunstancias. Y, a la postre, la barbarie siempre acabará triunfando."
Más allá del Río Negro, Robert E. Howard (1933)
Los cómics de
Conan fueron un fenómeno generacional en España, comparable a los que supusieron en su momento El Guerrero del Antifaz o El Capitán Trueno. Nos vinieron de América, aunque el suelo patrio estaba suficientemente abonado para las gestas bárbaras, la aventura y, en definitiva, la nostalgia por la Edad Media. El género de "Espada y Brujería" no es más que una rebelión contra la rutina cotidiana en las sociedades reglamentadas, por lo que no debe extrañarnos su éxito, sobre todo entre el público juvenil y masculino. Éxito que no se ha desvanecido del todo, a pesar de que hace tiempo asistimos a la decadencia de los cómics de Conan,
el canto del cisne de las historietas de aventuras a la americana, que se iniciaron allá por los años treinta con series como "Tarzán", "Príncipe Valiente" o incluso "Flash Gordon".